Amigos... es cierto, podéis creerme. Tenía
entendido que la tele engorda entre 3 y
7 kg e, incluso, había oído que esta aseveración tenía su explicación:
la cara y el cuello de los periodistas parecen mucho más gruesos en televisión
al mostrarse en dos dimensiones de forma frontal. El estudio es de la Universidad
de Liverpool que además afirma que afecta más a las mujeres que a
los hombres y se acentúa más cuanto más cercano es el plano.
Y sí, así es, yo he comprobado
personalmente que no se trata de un mito y, además, es en parte verdadero y en
parte falso… pues la tele no engorda 3 ó
7 kilos, no: ¡engordas tú... y engordas más! Sólo tuve que verme en la entrevista que os
presentaré a continuación para comprobarlo.
Es más, también tenía entendido que los
focos se comen parte del maquillaje, para lo que hay que maquillarse a
conciencia si no quieres salir pálida o amarillenta… pero os aseguro que los focos no se comen “parte” del
maquillaje… ¡se lo comen todo! Si no, fijaros bien, quise ir a la
entrevista de lo más natural: sólo con un pequeño retoque en los ojos y brillo
de labios... y ha resultado que los focos, más que comerse el color, lo devora:
puedes tener unos preciosos labios carnosos, bien perfilados y definidos, que
te desaparecen como si de un truco de magia se tratara…
Y es cierto que la tele te transforma: te
ves tan diferente que te sorprendes, es como si estuvieras viendo a otra
persona y, si detectas haberte equivocado en algo, piensas: “uf, menos mal que nadie me va a reconocer…”
Pero enseguida te das cuenta, cuando el teléfono empieza a sonar cada diez minutos, que te está viendo todo el mundo y todos han reparado en un detalle distinto...
Pues sí, la tele te cambia de tal manera
que un fabuloso pelo ondulado se convierte en un cabezón de rizos
incontrolados que caen en cascada hacia todas partes, para lo que tienes que echar mano de una buena diadema si no
quieres acabar cantando “AKUNA MATATA” ó “EL REY LEÓN” durante la entrevista en vez de centrarte en hablar de tu última novela...
Y no queda todo ahí, pues sin saber cómo,
descubres que en plena entrevista se ha apoderado de ti lo que he
autodenominado “el tic del directo”, que consiste en levantar una ceja como si
de ella dependiera que el artesonado del plató se mantenga en su sitio… tic que desconocía tener, como así me lo han corroborado familiares y allegados.
Bueno, amigos, he disfrutado mucho
escribiendo esta entrada, en “clave de humor” como a mí me gusta, y a la que le
he querido dar un toquecillo personal tipo “Club de la Comedia” porque la
exclusividad de la ocasión lo merece. En realidad, decir que participar en esta
entrevista ha sido una de las experiencias más gratificantes que he tenido y
aseguraros que pasé un rato fabuloso, único y entretenido al lado de una
excelente profesional como es Vanessa de los Ríos.
Si queréis ver la entrevista pinchad en la
fotografía de esta entrada y os enlazará a la página web de TV Horadada. Una
vez allí, pinchad en el vídeo titulado: “De cerca 27-4-12” y espero que
disfrutéis tanto como yo lo he hecho. ¡Gracias a todos, de corazón!
¡Enhorabuena! Menudo pedazo de entrevista, sí señor, me descubro el sombrero, me siento muy orgulloso, sigue así y no cambies.
ResponderEliminarGracias José, la verdad es que me ha animado mucho recibir tus sinceras palabras de cariño y apoyo.
ResponderEliminarPersonas como tú sois mi aliciente: lo que me ayuda a seguir con ilusión por mi andadura literaria.
Cuidaros mucho y gracias de nuevo.
Pero, ¿al salir de la tele adelgazas? Si es así, tendrás que patentarlo como forma de adelgazar. :-D Voy a ver la entrevista, no creo que esté tan mal. Por cierto, la grabaste en el primer cumpleaños de mi sobrino.
ResponderEliminarUn abrazo
No, Ana, no es que adelgaces, recuperas tu forma habitual, je, je; por eso puse una foto mía de ayer mismo, para que veáis el cambio, ja, ja.
ResponderEliminarY ahora, hablando en serio, la entrevista está genial, muy bien conducida por la genial Vanessa de los Ríos. Sólo que ayer tenía el día gracioso y vi esta entrada como una simpática introducción a la entrevista. Pero, como comprobarás, es algo muy serio... ¡que hablo de trabajo, oiga!
Un abrazo para ti, Ana, y otro para tu sobrino, eh!
He visto la entrevista, ahora entiendo lo de la melena, la diadema y el rey León, ¡ja, ja! Me ha hecho ilusión verte y oírte después de tanto tiempo leyéndote, no sé si dos o tres años. A ver si quedamos un día de estos y nos conocemos en persona, que ya toca. Para este verano, que ahora estoy liada corrigiendo exámenes y estudiando alemán (estoy en 1º en la escuela de idiomas).
ResponderEliminarUn abrazo.
Estimada Ana:
ResponderEliminarSobre vernos, dalo por hecho. A mi también me hace ilusión quedar un día contigo y hablar un rato, que, por cierto, debe de ser super interesante con lo inteligente que eres... ahora estudiando alemán, madre mía.
Un abrazo y gracias por dejar aquí tu valiosa "huella"... (y no lo digo por lo del Rey León, eh, que conste)
Genial!!! Veo que has superado el miedo escénico del que hablamos. De aquí a la fama. Un abrazo
ResponderEliminarJavi, la fama es efímera y suele esfumarse como el humo de un cigarrillo mal apagado... me quedo con el calor y el cariño que me brindáis los míos a diario: mi familia, mis amigos (¡como tú, por supuesto!) y mis amables lectores. Todo eso, y vuestras palabras de apoyo: lo más valioso y gratificante que existe para mí.
ResponderEliminarAh, y gracias por no comentar nada sobre mi peinado, je, je, je...
Buenos días Rosa,
ResponderEliminarYa lo vi, je je me alegro. Gracias por mencionarme y por el enlace. No te preocupes, que saliste muy bien y bastante segura. Las cámaras, sobre todo las de televisión ponen bastante nervioso.
Espero que todo marche sobre ruedas.
Saludos
Gracias Jate:
ResponderEliminar¿Cómo no iba a nombrarte si formas parte de mi "periplo literario"? Aún así, reconozco haber olvidado (no por ingratitud, sino, por una parte, por falta de tiempo en la grabación del programa, y por la otra, por mi mala memoria) citar a mi hermano Maxi como autor de dos portadas (¡perdóname, por favor, hermano, algún día sabré recompensártelo!) y que has dibujado las ilustraciones de la nueva novela "El Alma de Alejandría"... En definitiva, cosas del directo.
Un abrazo.
Otra vez yo, Rosa. Supongo que es por mi adaptación pero sigo sin poder reproducir tu entrevista.
ResponderEliminar¿Me podrías enviar el enlace directo donde se escucha? Es que al pinchar el enlace que dices no consigo reproducirlo. Qué rabia.
Bueno, es que tengo muchas ganas de saber cómo es tu voz, a mí me da igual cómo sale tu imagen, pero tu voz… He leído tu entrada en tu blog sobre la entrevista, te sugiero que pongas una segunda en torno a la voz (cómo te la escuchas, si la ves como lo que hablas del físico y los labios y el maquillaje y demás). Bueno, ya ves, cosas de cegato.
Ale, otra vez buen domingo y feliz día.
Curiosamente, Alberto, la voz la he encontrado bastante diferente a como me suelo escuchar yo misma. Es una de las cosas que había olvidado comentar y de las más interesantes. Las personas nos solemos escuchar de una forma distinta, ya que al hablar nuestra voz suele retumbar porque "sale de dentro", no sé si me hago entender. El caso es que algunas personas a las que les he preguntado han corroborado que, en efecto, esa es mi voz.
ResponderEliminarYa ves, Alberto, como diría el poeta: somos más completos en compañía de otros.
Un abrazo amigo y ya me comentas cuando puedas escuchar la entrevista.
Preciosa entrevista.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Isidoro.
ResponderEliminarY ya sabes que me gustaría verte algún día en ese mismo plató. Piénsalo.
Un abrazo.
Sí, la entrevista estuvo muy bien y fue muy interesante. La voz, que dice Alberto, a mí me pareció muy bonita. Te podrías dedicar también a la radio o la tele.
ResponderEliminarLo del alemán es que me encanta aprender idiomas. Igual que a ti te fascina la historia, imaginar cómo vivía la gente en épocas pasadas, a mí me fascina ver un texto y entenderlo. Y, si no lo entiendo porque está escrito en uno de los muchos idiomas que desconozco (como dice Javier Marías en "Corazón tan blanco", si no recuerdo mal) lo leo igual, intentando buscar paralelismos con idiomas que conozco, intentando descifrar palabras.
Bueno, pues ya nos veremos algún día, esperemos que pronto. Un abrazo.
Rosa, Rosaaaaaaa. Qué alegría ver tu voz anoche. Sí, digo bien, verla porque mientras que los que ven han visto tu foto y tu imagen televisiva (con tu melena y tu chaqueta negra y tu diadema, yo pude por fin anoche sentirte más cercana, escuchándote.
ResponderEliminarSí que te cambia la voz de la tele al teléfono pero es verdad, tienes una voz bonita aunque me gustó más la del teléfono por cercana y relajada.
Ah, y ya vuelvo a responder en Tiflohomero a quienes dejáis vuestras huellas. Que tienes razón.
Felicidades por la entrevista. Una amiga me puso un trocito de cuando hablas del libro que editaste con 10 años.
Gracias otra vez por seguir ahí y por tu buen concepto de mí.
Mil abrazos de luz.
Ay, qué alegría. Has suprimido la verificación de palabras. Muchísimas gracias. Ya ves lo sencillo que era y lo mucho que me ayuda a mí. Son cosas pequeñas para quienes veis, pero barreras a sortear para quienes no vemos.
ResponderEliminarEs curioso, Ana, la presentadora también me comentó que me "veía" presentando mi propio programa televisivo, je, je; yo, sin embargo, sinceramente, no me veo con tanto desparpajo como para dedicarme a la tele ni aspiro a ello. Pero sí que me gustaría volver algún día y hablar sobre más cosas que se quedaron en el tintero, así como de nuevos proyectos.
ResponderEliminarEntiendo perfectamente tu afición por las lenguas, Ana. Es un reto para ti, ¿verdad? Lo comparo con mi pasión por escribir. Y no deja de ser una faceta tuya que deja al descubierto tu gran intelecto y capacidad de memorizar.
Sí, nos veremos pronto, cuando te tomes un descanso, cuenta con ello. Un abrazo fuerte.
Alberto: para mí fue un placer enorme hablar contigo. Tú visión de las cosas (y digo bien, "visión") siempre es diferente a la del resto, siempre aportas un toque distinto, algo que todos solemos pasar por alto. Fuiste la primera persona en darse cuenta que de mi voz no había comentado nada.
ResponderEliminarAlberto, tú ves con el corazón, utilizas la imaginación echando mano de un sentido del humor envidiable, y no caes en el error de juzgar por el aspecto. Cuando pasas por un blog, y dejas un comentario, arrojas luz y haces que veamos cosas que se nos escapan.
Lo esencial es envisible a los ojos -que decía Saint-Exùpery. Frase que llevo prendida junto a tu recuerdo.
Un abrazo y gracias por tu valiosa huella.
Qué gusto da eso de no tener que andarse peleando con la verificación de palabras, qué guay.
ResponderEliminarBueno, bueno; Rosa que no es para tanto, que lo único que trato es de suplir la ceguera fijándome en otras detalles para hacerme mi propia imagen.
Y para mí también fue todo un regalo escucharte por fin después de tantos años.
Ah, eso sí... que no nos falte el humor (aunque sea negro) para ir siempre adelante y regalar sonrisas que tan bien vienen en estos tiempos de crisis (no cuestan dinero ni están sometidas a agencias calificadoras) y además dan luz.
Bueno, hablaremos más veces.
Cuídate y siempre adelante.
Mil abrazos de luz.
Besos cariñosos.
Veo que no sólo dominas el mundo de las letras, sino que también te mueves como pez en el agua delante de las cámaras: qué desparpajo (¿se dice así?), qué dominio, qué naturalidad, qué bien hablado...te mereces otro homenaje como locutora...
ResponderEliminarEsperando ver pronto editada tu nueva novela.
Un abrazo.
Alberto:
ResponderEliminarNo te creas, que la verificación de palabra es complicada para todos. No sé por qué la han puesto tan difícil, con dos palabras sin sentido, llenas de mayúsculas y minúsculas combinadas y, muchas veces, ni se sabe qué letra es porque te la ponen medio retorcida y no se distingue bien.
Sí, es un reto aprender idiomas. Creo que es también un poco matemático (y eso que a mí las matemáticas siempre se me dieron mal), la parte científica de las letras. En vez de números, se colocan palabras que, combinadas, tienen que dar una frase correcta.
El viernes tuve un examen y había un ejercicio de ordenar palabras para formar frases. En la última, había dos palabras cuyo significado ignoraba totalmente. Pero en alemán cada sustantivo se escribe con la primera letra mayúscula, aunque vaya por enmedio de la frase. Así que, sabía que una palabra era sustantivo y la otra debía de ser adjetivo o adverbio, porque tampoco era verbo. Había dos verbos, había un "pero" que unía las dos partes de la frase, las dos palabras que no sabía y otras tres que sí. Me volví loca pensando, al final las combiné de la manera en que creí que tenían más sentido (sin tener ni idea del significado, ya te digo) y acerté. El martes me devolvió la profesora el examen corregido y me sorprendí al ver que había acertado. Fue cuestión de lógica, de conocer el orden de cada palabra en la frase, aunque no supiera lo que significaba.
Un abrazo:
Ana
Alberto: el humor es lo principal en la vida. Es lo que más admiro de las personas porque las hace... entrañables.
ResponderEliminarDe haber sabido que la verificación de palabras era una barrera para ti, hubiera eliminado esta medida mucho antes. Tu aportas mucha luz a este blog.
Gracias por pasar de nuevo.
Ximo: dicen que nadie sabe de lo que es capaz hasta que lo intenta. Eso sí, una vez que te atreves a salir en la tele, te sientes capaz de todo. Es mi momento para pensar en un nuevo reto: a lo mejor me tiro por paracaidas o escalo el Everest, oye, ¿por qué no? je, je.
El caso es que cualquier persona puede hacer aquello que se proponga... con ilusión.
"No sabe quien no lo intenta,
pues ha quedado demostrado
que a nadie le regalan nada,
ni nadie nace enseñado"
Y me falta añadir una cosa: misteriosamente, cuando te encuentras ante las cámaras, te relajas y todo fluye solo. Quien haya pasado por ahí lo sabe.
Ah, y en cuanto sepa algo de mi nueva novela lo publicaré en este blog. ¡Ya ansío dar la noticia, la verdad!
Gracias por tus cálidas palabras y un fuerte abrazo.
Ana: yo creo que tu colaboraste con Dan Brown a escribir el Código Da Vinci. Eres una "fuera de serie", sólo hay que ver la explicación que das sobre el acertijo del examen. Darías envidia al mismo McGiver, de verdad.
Un besazo y gracias por volver a mi casa.
Jajajaja, tu estás guapa de todas las maneras., aunque es verdad que un pelín si que se hincha la cara, pero yo creo que la culpa la tiene el "Cámara" por no saber sacarte como eres.
ResponderEliminarYo como me he quedado mas delgado, después de mi operación, tendré que ir a la "Tele" aunque sea para que me suba la autoestima, jajaja. Un beso y Hakuna Matata.
¡Gracias, Fran! Si vivieras más cerca podrías presentar a este magacine tu actividad como fotógrafo y con lo artista que eres no te iba a faltar temática de la que hablar. ¡Ese día éxito de audiencia, seguro!
ResponderEliminarPor cierto, la foto del mono "que se huele el dedo" está de lo más original... a menudo me río pensando en ella, ¿sabes?
Y seguro que Nidia se encargará de que recuperes pronto esos kilillos perdidos... Ánimate y, ya sabes, siempre hacia adelante.
Genial tu entrada Rosa!!!
ResponderEliminarNo logro ver la entrevista, pero sé que es por mi señal en Caracas...muy débil
Intentaré esta noche, que suele ser mejor!!!
Besossssss
¡Cuánto tiempo Gizela! A parte de lo liada que he estado inmersa en llevar a buen puerto los últimos eventos, con anterioridad terminé una novela y llevaba tiempo sin pasar por aquí, pero hablar de blogger es hablar de Gizela. Pronto pasaré por tu acogedor blog.
ResponderEliminarUn abrazo.