sábado, 26 de enero de 2019

OBSERVACIÓN

Como hemos observado desde la desaparición de Julen, siempre acaban circulando bulos y despiadadas hipótesis/críticas hacia la familia por parte de personas sin escrúpulos que gustan de hacer leña del árbol caído. Forma parte de la condición humana. Y como siempre hay que extraer una lectura positiva de todo esto, creo que todo esto sirve y sucede para que las personas nos mostremos tal y como realmente somos. ¿Qué duda cabe?

Ante una situación estresante y dolorosa hay personas que se acercan a ti como auténticos ángeles, con el corazón abierto y dispuestas a todo por echar una mano... otras tratan de quedar bien desde la palabra, y también están los buitres con delirios de grandeza que se arremolinan en torno al cuerpo desde la perspectiva de la crítica, buscando el error, echando todavía más tierra a una situación más que crítica, incluso con la intención de hacer nacer en ti sentimientos de culpabilidad por lo que está sucediendo...

Las vicisitudes de la vida tienen el poder de desenmascarar a las personas. Ahí descubres realmente su grado de humanidad, su empatía hacia el otro, su sensibilidad ante el dolor ajeno. A veces la vida te sorprende, otras no... La sangre hace parientes, la lealtad te hace familia. Por eso me quedo con la reflexión de que, aunque vivimos en un mundo dual, aunque todo en la vida tiene dos caras, las cosas siempre suceden para conseguir que aflore al exterior la maravillosa flor de loto que se lleva dentro o el barro estancado que no la deja florecer. Yo siempre me quedaré con lo mejor de cada uno.

Rosa Sánchez ©