negra como un pozo insondable
doy gracias al Dios que fuere
por mi alma inconquistable.
En las garras de las circunstancias
no he gemido, ni llorado;
ante las puñaladas del azar
si bien he sangrado
jamás me he postrado.
Más allá de este lugar de ira y llanto
acecha la oscuridad con su horror.
No obstante la amenaza de los años
Me halla, y me hallará, sin temor.
Ya no importa cuán recto
haya sido el camino,
ni cuantos castigos lleve a la espalda:
soy el amo de mi destino,
soy el capitán de mi alma.
Estos versos legendarios pertenecen a la película "Invictus", de Clint Eastwod, y se trata de un hermoso poema de William Ernest Henley.
"Invictus" está inspirada en la historia de Nelson Mandela y Francois Pienaar, capitán del equipo sudafricano de rugby, y cómo ambos lograron unir a una nación.
¿Cuál fue la hermosa estrategia de Mandela? Al pasar 27 largos y penosos años en la cárcel (de los que ya os hablaré con detalle próximamente) y ser nombrado presidente de Sudáfrica, decidió, en vez de centrarse en la venganza, perdonar y pasar página buscando el punto de unión entre negros y blancos mediante el deporte, cosa que desconcertó a millones de sudafricanos. El mayor triunfo de un hombre que pasará a la historia por la puerta grande.
"Invictus" está inspirada en la historia de Nelson Mandela y Francois Pienaar, capitán del equipo sudafricano de rugby, y cómo ambos lograron unir a una nación.
¿Cuál fue la hermosa estrategia de Mandela? Al pasar 27 largos y penosos años en la cárcel (de los que ya os hablaré con detalle próximamente) y ser nombrado presidente de Sudáfrica, decidió, en vez de centrarse en la venganza, perdonar y pasar página buscando el punto de unión entre negros y blancos mediante el deporte, cosa que desconcertó a millones de sudafricanos. El mayor triunfo de un hombre que pasará a la historia por la puerta grande.