De todos los caminos a emprender,
el amor es el único que nos conduce siempre a buen puerto, siempre, y esto es
así porque, sencillamente, sólo el amor es garante de honestidad, autenticidad y
dignidad.
Por
eso a aquel que me pregunta cosas como cuál es el secreto de tu felicidad, de
tu buen humor, o de tus éxitos, siempre le respondo sin dudar: poner amor en
todos los actos, en todo lo que hago, es el secreto. Porque quien ama no
miente, no manipula, no critica ni tergiversa, y no hay nada más auténtico y
satisfactorio que haber encontrado aquella persona digna de nuestra confianza;
aunque, desgraciadamente, vivimos en un mundo sin amor donde reina el egoísmo,
la envidia y la vanidad, y por ello es que del débil, de aquella persona de
espíritu ingenuo, confiada y sin malicia, muchos intentan aprovecharse porque…
La inteligencia sin amor, te hace
perverso.
La justicia sin amor, te hace
implacable.
La diplomacia sin amor, te hace
hipócrita.
El éxito sin amor, te hace
arrogante.
La riqueza sin amor, te hace avaro.
La bondad sin amor, te hace servil.
La humildad sin amor, te hace
orgulloso.
La pobreza sin amor, te hace
mezquino.
La belleza sin amor, te hace
vanidoso.
La verdad sin amor, te hace hiriente.
La autoridad sin amor, te hace
tirano.
El trabajo sin amor, te hace
esclavo.
La sencillez sin amor, te envilece.
La oración sin amor, te hace vano.
La ley sin amor, te esclaviza.
La política sin amor, te hace
ególatra.
La fe sin amor, te hace fanático.
La cruz sin amor, se convierte en
tortura.
La vida sin amor, no tiene sentido.
Mi propósito
en la vida es continuar siendo yo misma pero, haciendo honor a la experiencia,
sabiendo también separar el trigo de la paja. Ser demasiado confiados nos
conduce a ser temerarios. Ser temerarios nos lleva a arriesgar fuerte. Y el
riesgo, normalmente, nos sitúa en callejones sin salida donde sólo reina la
oscuridad y el desasosiego.
Suerte que Dios nos ama, suerte que
desde el principio es aquel amigo que nunca abandona ni traiciona. Suerte que
personifica el amor incondicional y por ello es que nos deja libres, porque
confía en nosotros y nos concede siempre una nueva oportunidad.
Pero quien no tiene amor ni para sí
mismo y, tras una oportunidad y otra, sigue en el error y por sus propios actos
pierde el honor, debe saber que la deshonestidad lleva a la mentira. Y la
mentira, como la mala simiente, crece sin control. Y quien miente pierde el
control de su propia vida y, con ello, todo lo demás: el honor, la
credibilidad, la confianza… Y por sus propios actos queda ya marcado, tanto en
esta vida como en otras legislaturas.
Me recordaste una cita de Dostoievski que no sé dónde leí: "Hay que escribir con amor. El amor avanzará siempre un centímetro más que el odio, un centímetro más."
ResponderEliminarUn abrazo
Querida Ana: me ha ENCANTADO la frase (no la conocía) y también comprobar que pese al tiempo transcurrido sin noticias mías siempre estáis ahí, y hablo en plural porque me refiero a los tres. Por motivos personales he estado ausente una larga temporada que, creo y espero, haya concluido ya y sigamos conectados como antiguamente, más a menudo. Me reconforta saberos cerca, saber que estáis ahí, al otro lado, en alguna parte acordándoos de mí y encima leyendo mis inquietudes y reflexiones. ¡No se puede pedir más!
EliminarTenía razón quien dijo que quien tiene un amigo tiene un tesoro. Lo que lamento de veras es que estéis tan lejos físicamente y no podamos compartir, de vez en cuando, algún que otro café. Pero así deberá ser. Me conformo de corazón; prefiero teneros lejos que no poder contar con vuestro apoyo y palabras de aliento. De corazón: ¡gracias! Un fuerte abrazo.
Rosaaaaa, Rosita, qué pedazo de reflexión dominical. Ha merecido la pena esperar tanto para poder leerte, cuánta sabiduría encierra.
ResponderEliminarYo, como tú, también trato de poner amor en lo que hago como ese amor que Jesús nos dio. Amar, no como a uno mismo, sino como Dios nos enseñó a hacerlo: con entrega, generosidad, sin límites, constante y fiel.
Cuídate y que se te echa de menos.
Besitos de luz.
Que estés bien.
Querido Alberto: creador de sueños en forma de relatos fascinantes, a ti me dirijo con ilusión, y al igual que a Ana y Fran, darte gracias por estar ahí, porque te haces sentir tan cerca que hasta parece que te huelo… por cierto: ¿qué perfume usas? Lo digo porque me encanta… je, je.
EliminarHe reunido tres comentarios en poco tiempo, y de unas de las personas que más aprecio, ¿qué más se puede pedir? Ahí estáis dándome ese impulso que tanto necesito, dando sin esperar a cambio… es maravilloso. Alguien dijo una vez: si el amor pudo morir, no fue amor. ¡Y qué cierto es! El tiempo nos da la razón, tanto en el camino de la vida como en el de la amistad, sí, sí…
Tengo una buena noticia que daros: mi próxima novela está en marcha; sí, Alberto, amenazo con volver, preparaos… que esta vez va en serio. (Bueno, ésta y las anteriores) Espero poder anunciarla para Navidad, pero ya veremos porque eso ya depende del editor… y tampoco quiero vender la piel del oso antes de cazarlo.
Alberto, si vienes por Alicante, espero que me dejes un huequito en la próxima feria del libro, por favor, no te lleves a todos los lectores a tu stand, que, conociéndote, seguro que es el más visitado. Por cierto, ¿nuestro proyecto sigue en pie? ¿Cómo te encuentras de ánimo y tiempo? Ya me dirás, ya, que yo no tiro la toalla tan fácilmente… al igual que a ti, los retos me atraen. Un abrazo grande, campeón.
Me encanta todo lo que dices..., precísamente éste domingo, el párroco hablaba de esas mismas cosas, de que en la vida, lo reálmente importante es el AMOR, poniendo AMOR en todas las cosas es como se logra avanzar en todos los aspectos, sin amor no hay felicidad, ni alegría, ni podemos recibir lo que necesitamos, y tal y como Diós nos enseñó...Amarás a tu prójimo como a tí mismo. (si sólo ésto lo aplicásemos todos, el mundo sería perfecto). Un beso
ResponderEliminarQuerido Fran: os contesto de forma particular pero cada respuesta bien podría ir dirigida a los tres en general.
EliminarSabes que tus palabras de ánimo son más que palabras para mí, son sentimientos que cogen forma, de verdad. Te lo digo y lo siento. Sé que salen de tu corazón. Eres honesto y sensible. Humano y cercano. Me consta y lo sé bien. Cristo dijo: “por sus obras los conoceréis” y esta frase encierra en sí una revelación total y absoluta, es la clave para conocer a las personas; la tengo muy presente en mi día a día. Pues todo lo que NO nace del corazón, y digo TODO, es nada. Nada cobra sentido si no se hace con amor. Observa a tu alrededor y verás que es cierto…
En este mundo encontrar personas que actúan y piensan con el corazón, de acuerdo a sus ideales y valores, es un hecho tan difícil como valioso, pero las hay. Sólo hay que saber observar.
Yo he tenido suerte con vosotros, es por ello que valoro cada pequeño gesto vuestro, cada humilde detalle, cada palabra sincera y afectuosa, porque para mí es un regalo, un pequeño milagro del día a día que me ayuda a ponerme en pie. Pues para mi poder contar con un amigo sincero significa haber encontrado la famosa aguja en el renombrado pajar. Un caluroso abrazo.
Sencilla, pero profunda tu reflexión. Se dice que la muerte nos iguala a todos: ricos, pobres, nobles, reyes, papas, famosos, humildes... Y, a la luz de tus palabras, concluyo que el amor que damos es lo que nos diferencia unos de otros. En cualquier circunstancia en que una persona se encuentra creo que siempre es capaz de dar un poco más de amor: ahí está el sentido de nuestra vida, en amar. Gracias, Rosa. Un beso. Un pilareño.
ResponderEliminarPilareño: dijo E. Sábato que hace falta grandeza para ser humilde. Encantadoras tus palabras, de verdad. El amor que damos nos diferencia a unos de otros porque indica nuestra elevación espiritual, y en este aspecto no todo el mundo está al mismo nivel. Es obvio.
EliminarY así como la verdad nos hace libres, la sencillez nos hace iguales, y junto a todo eso, es el amor lo que nos eleva, nos libera y nos da la felicidad verdadera. Otro beso para ti y gracias por tu huella de luz.
ESPERO QUE TE GUSTE ESTA ENSEÑANZA SOBRE LO QUE SUPONE LA VIDA SIN AMOR:
"Un esposo fue a visitar a un sabio consejero y le comentó que ya no quería a su esposa y que pensaba separarse.
El sabio lo escuchó, lo miró a los ojos y tan sólo le dijo una palabra: "ÁMELA". Luego se calló.
-Pero es que ya no siento nada por ella -replicó el esposo.
-"ÁMELA" -repuso el sabio.
Y ante el desconcierto del señor, después de un breve silencio, agregó lo siguiente:
-Amar es una decisión, no es un sentimiento. Amar es dedicación y entrega. Amar es un verbo y el fruto de esa acción es el amor.
El amor es un ejercicio de jardinería: arranque lo que hace daño, prepare el terreno, siembre, sea paciente, riegue y cuide.
Esté preparado porque habrá plagas, sequías o excesos de lluvia, pero no por eso abandone su jardín.
Ame a su pareja, es decir: acéptela, valórela, respétela, déle afecto y ternura, admírela y compréndala.
Si quiere ser feliz haciendo a la vez que ella sea feliz, eso es todo: ámela
Rosa, mucho ánimo y siempre adelante, siempre adelante. Ya ves, yo hoy estoy un poco agobiado porque ayer perdí mi teléfono móvil, una tontería dirás, pero es que, para mí es no es nada fácil adaptarme a un nuevo aparato y contar con uno que sea accesible. ¿Se me cayó? ¿Me lo quitaron? Quién sabe, el caso es que ahora es un lío para mí su sustitución.
ResponderEliminarEn fin, lo dicho: siempre adelante y no dudes que tienes mucha gente que te apreciamos de corazón.
Besos de luz para alguien que siempre deja huella.
¡Gracias Alberto!
EliminarY de tu perfume, ¿no me dices nada? Je, je... a ver si solucionas pronto lo del móvil, amigo.
Un abrazo!
Muy cierto, tienes toda la razón del mundo!!!
ResponderEliminarBesos!!!
:-)Miriam tu hija que te quiere mucho
Querida Miriam, derrochadora de felicidad y talento:
ResponderEliminarGracias por tu sincero y amoroso comentario.
¿Sabes lo que escribió Paulo Coelho en sus Valquirias?
“No existe amor en paz. Siempre viene acompañado de agonías, éxtasis, alegrías intensas y tristezas profundas.”
Y es cierto. Pero el amor es la única razón por la que vale la pena vivir en este mundo de locos.
No lo olvides nunca.
Tu mami que te quiere mucho... ;)
Yo también te quiero mucho!!:-)
ResponderEliminarMiriam
Rosaaaa, después de tantos quereres madre-hija, vengo yo a dar la lata con eso de los perfumes.
ResponderEliminarA ti no te pregunto porque sé que hueles a... rosa, cómo no. jejejejej.
¿Qué perfume me pongo? Intriga, tatachán tatatatachán... ¿Te suena Bambú de Adolfo Domínguez?
Me gustan suaves pero con personalidad, que se note que lo llevo.
Bueno, espero haya saciado tu amo rosa (uuummm) curiosidad, jejejeje.
Una sonrisa, ¿verdad? que para oler no hay que ver.
Lo dicho.
¡Je, je, je, Alberto! ¡Qué alegría leerte y comprobar una vez más tu sentido del humor! No conozco el perfume que usas, pero seguro que huele a gloria, así que hoy mismo me paso por la tienda de perfumes a ver a qué huelen tus huellas de luz... y ya te diré, ya.
ResponderEliminarUn risueño beso para ti.
Ah, galana doncella, de su mano siempre anudado y a sus pies me descubro.
ResponderEliminarNunca tal humilde servidor cual este afligido visual al par que deudo vuestro, podría pretender holganza tal que en su carro subir. ¿Pero voto a bríos, qué digo carro, berlina o landau mejor dijera que nunca mejor fuera tal su aderezo.
En lo tocante a perfumes olorosos, yo véome abocado a usarlos a falta de otras fragancias, no por deseables, menos lejanas de mi fina nariz. Que vedadas me están las esencias que la flor que su nombre y persona adornan.
Siempre suyo servidor, afectuoso deudo de la simpar reina de las letras claras e inquieta valedora de las palabras prohibidas.
Gracias sean dadas al creador por hacerme la gracia de contar con su ilustre persona, tan llena de virtudes y hermosura..
Distinguido y denodado caballero: me complazco en anunciaros, haciendo gala y ornato de toda humildad, en señal de sumisión y sin artificio alguno, conocedora como soy de mis propias limitaciones y reservando para obras de bien las pocas fuerzas que me restan, mi voluntaria retirada de este digno duelo de palabras, puesto que a vuestra altura, prego a Dios, no alcanzo. Pues tal es la simpatía que he llegado a sentir por vos (por vuestro buen hacer y numerosos méritos personales que no voy a precisar por lo luengo de su descripción), que hago público este manifiesto hoy, siete de noviembre del Año del Señor de dos mil doce, quedando así mismo a vuestra entera disposición para lo que sea menester como fiel y firme servidora vuestra.
EliminarRosa, jejejeje. ¿Nos volveremos ahora cortejadores de las Españas de aquel Barroco de pasado tan lejano?
ResponderEliminarYa sabes: requiebros, expresiones de pícaro zascandil y floridos giros de aspirante a dramas clásicos de Alatristes y Guzmanes de Alfarache, sin olvidar nunca a aquel maladado ciego que encumbró al infortunado Lázaro de Tormes.
Cuídate y que estos juegos literarios te animen y ayuden a sonreír con amistosa alegría.
Besitos de luz.
Alberto: eres muy bueno, muy bueno, de verdad. Es más que un deleite... es un placer indescriptible leerte, y todo un honor poder contar con un escritor de tu nivel; me ha encantado cómo manejas esa lengua romance, tu ingenio y creatividad no conocen límites, de verdad. Con esta lengua, con este estilo... se rendiría a tus pies el mismísimo Alatriste.
EliminarUn abrazo de luz.