El bien y el mal se manifiestan continuamente en muchos aspectos de nuestra vida. Y esto es así porque vivimos inmersos en un mundo cuyos moradores se encuentran en continua evolución.
A algunas personas, en algún momento de sus vidas, una crítica despiadada, un comentario desproporcionado o una traición, las puede dejar exhaustas, desorientadas, preguntándose continuamente por qué. Sobre todo si esa mala acción proviene de un viejo amigo...
Bien. Para comprender ciertas cosas casi siempre hay que buscar el origen. Saber mirar. Si os ha pasado, buscadlo y veréis…
Bien. Para comprender ciertas cosas casi siempre hay que buscar el origen. Saber mirar. Si os ha pasado, buscadlo y veréis…
Nuestras acciones suelen ser proporcionales a nuestro nivel de conciencia, sometido a un continuo crecimiento y expansión.
El nivel de conciencia es el estado evolutivo de la mente de la persona. Aunque hay quienes pasan toda su vida sin evolucionar ni un ápice, pero ese sería un tema extenso y ya se tratará en otro momento.
Vamos a centrarnos en la crítica destructiva. La pregunta ahora es:
¿Por qué una persona con un alto nivel de conciencia, ante una crítica destructiva y despiadada, reacciona como si nada hubiera pasado?
Es sencillo.
La respuesta nos la dio Albert Einstein: “Ningún problema puede ser resuelto desde el mismo estado de conciencia desde el que fue creado”.
Quien no duda en aplicar la célebre ley del Talión para resolver asuntos controvertidos al instante, está revelando un nivel de conciencia bastante primario.
Un verdadero sabio ni se inmuta ante una crítica, por muy destructiva que ésta sea. Y aunque se dijo que “quien calla, otorga”, no lo crean. El silencio no va en su contra porque lo verdaderamente a valorar aquí no es la crítica, sino la acción en sí. Ahora, depende del nivel de conciencia de cada uno valorar si esa acción merece o no esa crítica.
Pero no todos los críticos poseen buen criterio ni un nivel de conciencia alto. Un sabio jamás haría algo semejante. Pues la crítica destructiva maneja aquellas cosas de las que se compone la miseria humana: la envidia, el odio, el rencor...
Y ese mismo sabio, como sabe que su juez necesita seguir evolucionando, prosigue su camino, como si nada, apartando la piedra.
*"La conciencia es la brújula del hombre" (Vincent Van Gogh)
*"La justicia es conciencia, no una conciencia personal, sino la conciencia de la humanidad" (A. Solzhenitsyn)
*"Si llevas a cabo una acción vergonzosa, no esperes mantenerla oculta. Aunque lograras esconderla de los demás, tu conciencia sabría dónde está" (Isócrates)
Será sabio si la acepta, la considera y la toma como acicate para mejorar su obra.
ResponderEliminarEntiendo que toda obra y dedicación humana es
susceptible de perfección.
Es cierto que una opinión, no es una "crítica".
Esta se ha de hilar muy finamente y teniendo en cuenta todos los aspectos.Es labor de profesionales. Los solo lectores solo sabrán contar sus impresiones, y seguramente sin delicadeza.
Deu vos guard.
Rafael: una opinión se puede convertir en una crítica destructiva si ésta es agresiva, desproporcionada y, encima, falta a la verdad, manifiesta odio o vete tú a saber qué otros sentimientos ocultos.
ResponderEliminarSi la crítica es constructiva, el hombre prudente sí puede aprender de ella y mejorar su obra. Pero si la crítica es destructiva... eso es agua de otro costal. La mejor opción es seguir caminando.
La sabiduría debe transmitirse con amor; nadie acepta de buen grado los reproches. Con cariño se amansan muchas fieras, ¿por qué será?
Gracias por dejar un comentario sensato.
Rosa, jejejejej. Como no me voy a acordar de lo dicho en otro sitio y tampoco quiero ser repetitivo, te cuento. Dice así:
ResponderEliminarYo que no soy sabio no sé si sabré reflexionar. Yo que tengo conciencia de lo que soy, no sé si sabré llegar. (jejejejej).
Bonitas citas literarias las que tomas. Me gustan. Me gusta conocer frases de otros que sí son sabios. Me gustan tus citas.
¿Y la otra respuesta? Ah sí, algo hablaba de libertad y crítica, de opinión y aprendizaje, de respeto y entrega por los demás.
Al final, ya sabes... "quien bien te quiere te hará llorar" lo que uno quiere de alguien a quien se quiere es que sea querido. ¿Palabras inquietas?
Espero que, por eso, cuando tengas que hacerme llorar, lo hagas con cariño y dulces palabras.
Besos de luz dominical.
Alberto, tu reflexión sobre esta entrada en facebook era la siguiente, la traslado aquí literalmente porque me ha gustado su profundidad:
ResponderEliminar"Ah, la conciencia. La conciencia es responsabilidad y principios. La conciencia es exclusiva de los seres humanos. ¿Y la crítica? Es muy fácil criticar. A veces nos escudamos en la libertad, no para criticar (éste es el pretexto), sino para ofender.
Claro que necesitamos aprender cada día, a través de la crítica / opinión sincera, pero no necesitamos el desprecio o la envidia que se destila a través de la palabra crítica.
Bueno, que ahí estamos aguantando el chaparrón."
Tienes toda la razón y me alegra verte tan humilde como siempre. Sí, señor. Al fin y al cabo son nuestras obras las que hablan de nosotros mismos.
No hace mucho has probado del sabor agridulce de verte vilipendiado por un ¿amigo?, y nadie mejor que tú para opinar aquí. Por ti y por un suceso personal escribí esta entrada.
La conciencia de cada persona y su grado evolutivo... qué tema para una mañana de domingo, eh? Jejeje. Y después de un concierto, Alberto. Reflexiva forma de despejarte.
Quien bien te quiere actúa desde el corazón; las lágrimas (si llegan) deberían ser de emoción. Ah, y si te hago llorar alguna vez, espero que sea de risa, que mola mucho, jejeje...
Tú lo has dicho: la crítica que destila desprecio/envidia no sirve para evolucionar... ya sabes que, sin ser perfecta ni sabia, creo firmemente en el amor como único camino posible hacia todo destino.
Un abrazo y gracias enormes por tus valiosas huellas de luz y de buen criterio.
Rosa, gracias por querer ayudarme a despejarme después de una noche de farra musical y de escritura.
ResponderEliminarGracias por querer que siga dejando mi huella.
Un brindis por el amor, por la risa y por el aprendizaje continuo. ¿Dudará alguien que sea yo de los que tratan de aprender continuamente cosas nuevas? En fin.
Ale, que esta semana sea más tranquila que la pasada aunque los encuentros que se me avecinan no sé si harán que así lo sea y precisamente el día del amor. Bonita coincidencia.
Besos con olor a rosas y bambú.
Alberto, es un honor el que tiene este blog de poder contar contigo, de verdad que sí.
ResponderEliminarUno mi copa a la tuya porque esos deseos de superación y realización se cumplan. Que sigamos aprendiendo y creciendo "hacia arriba".
Bonita coincidencia, sí, seguro que todo transcurre de la mejor manera posible. Ya me cuentas.
Besos de agradable e irresistible aroma a amistad.