lunes, 14 de abril de 2014

'El Maestro de Nazaret'... en Pilar de la Horadada


Cuando escribí ‘El Maestro de Nazaret’ no lo hice con la intencionalidad de escribir un libro, sino con la remota ilusión de ganar un concurso de narrativa breve que una editorial de Ponferrada organizaba desde un renombrado periódico de tirada nacional. Como la motivación para un escritor es algo tan fundamental como la imaginación, mi acicate fue presentarme al certamen con la finalidad de destinar el premio a una causa benéfica en el caso de resultar ganadora. Y así fue como mi primera novela empezó a coger forma…


Un mes más tarde, una llamada de la editorial renovó mis expectativas: aquel relato que había escrito, principalmente con el corazón, había quedado finalista. Y como sólo se vence a quien se rinde, aunque no había ganado, me quedaba la opción de apostar por la auto edición… una propuesta de la editorial tan inesperada y atractiva como costosa.


Si alguien me pregunta qué pretendo transmitir con ‘El Maestro de Nazaret’, mi respuesta es directa y sencilla. No se trata de una biografía más sobre la vida de Jesús. Los relatos evangélicos han dejado constancia del trato cercano y de compañía, de amistad, podemos llamarlo, que Jesús mantuvo con mujeres que le seguían y estaban con él. Es más, es una mujer quien le unge derramando un frasco de perfume sobre su cabeza y de la que el Maestro afirma solemnemente: “Os aseguro que en cualquier parte del mundo en que se anuncie esta buena noticia, será recordada esta mujer y lo que ha hecho”. (Mt 26,6-13) A partir de la lectura de este pasaje, tuve claro, como si de un mensaje espiritual se tratara, que debía escribir sobre la generosidad y entrega de aquella mujer. Paralelamente a esto, son variados los pasajes que recogen el trato que mantuvo con ellas: “Después de esto, Jesús caminaba por pueblos y aldeas predicando y anunciando el reino de Dios. Iban con él los doce y algunas mujeres que había liberado de malos espíritus y curado de enfermedades: María, llamada Magdalena, Juana, mujer de Cusa, Susana, y otras muchas que le asistían con sus bienes.” (Lc 8,1-3) Y son las mujeres las que siguen junto a él cuando muere en la cruz, cuando es sepultado y cuando resucita: “Algunas mujeres contemplaban la escena (de la crucifixión)… que habían seguido a Jesús y lo habían asistido…” (Mc 15,40-41).


Y como el mayor de todos, es aquel que sirve a los demás, mi intención desde el principio fue esa: sacar del anonimato a una de esas mujeres dándole un nombre propio y dotándola de un rostro visible: Sarah. Ella nos da su testimonio de fidelidad y de amor hacia su Maestro. Por eso, ‘El Maestro de Nazaret’ habla de lealtad, sacrificio y emoción. No se trata de un auto religioso donde Jesús termina, tal cual sucedió, cruelmente crucificado. ‘El Maestro de Nazaret’ pretende ir más allá: habla de reconciliación, de resignación, conformidad, fe y esperanza. Habla de respeto hacia la figura y voluntad del Maestro. Y del digno trato que éste mantuvo con las mujeres y los más desvalidos, según los evangelios: cercano y compasivo, comprensivo y cordial… Dios hecho hombre.


Llegó la hora de la cosecha. La semilla fue plantada hace ya más de tres meses… y, por fin, tras largas horas de ensayo, tras incontables encuentros y toda la ilusión y concentración volcada en el desarrollo de un trabajo impecable, la obra de teatro ‘El Maestro de Nazaret’ ha cogido forma. Y significa todo un lujo y un honor para esta humilde servidora vuestra que una historia tan sencilla, pero sentida palabra por palabra, haya pasado a formar parte del patrimonio de la Semana Santa pilareña. No puede haber nada mejor.
 

¿Qué puedo decir a estas alturas que no haya dicho ya? Son incontables los sentimientos de sorpresa, emoción y gratitud que se han despertado en mí al ver el esfuerzo de tantas personas volcadas en llevar al teatro a mi ‘Maestro’. Quienes me conocen saben de mi enorme admiración y fervor hacia el estupendo grupo de actores y actrices que dan vida a la obra. Mi más sincero agradecimiento a quienes han colaborado, de una forma u otra, en su puesta en escena, difusión y publicidad. Gracias a todos por la ilusión, por la entrega, por tan buena actitud. Gracias a Ramón Buitrago por ser el precursor de la idea de pasar la novela a teatro. Gracias al director de la obra, José Antonio Navas, nuestro Jesús particular, por tanta entrega y pasión. A Mª Carmen Villaescusa por ser la presidenta de la Junta Mayor de Cofradías y Hermandades a quien se le ha hecho entrega de la obra, por su colaboración e interés. A Rafael Mellado por la excelente exposición fotográfica que estará expuesta hasta fin de mes en la Casa de Cultura y mediante la que colabora de la manera que mejor sabe hacerlo.
 

Quisiera terminar dedicando mis últimas palabras a Pilar López y a su brillante interpretación. Pilar da vida a la Sarah del relato de una manera tan real como espectacular, convirtiéndose, a mis ojos, en la verdadera Sarah de aquel Israel del Siglo I que se enfrentó con valentía y fidelidad a grandes y poderosos por el amor incondicional profesado hacia su maestro. El mismo amor que, a día de hoy, sigue manifestándose a través del cuerpo, la inteligencia y la belleza de nuestra estelar actriz. Gracias Pilar por darlo todo y por tanto recibido.

Fotos: Rafa Mellado

6 comentarios:

  1. Figura grande, qué gusto dar dejar comentarios por aquí. Tanto tiempo hace... Por mucho que Facebook gane terreno, este blog, los blogs, siempre tendrán su simbología y magia, su lugar. Por lo que nos han dado.
    Y sí, señora. No podía estar mejor dicho y escrito. Sin el apoyo de gentes tan buenas, como tú, uno no es que no sea nada, pero es muy poco. Las personas a las que aludes en tu artículo, con su buen hacer, han hecho posible el milagro de estar a tu lado.
    De la obra y su contenido, qué decir. Que refleja muy bien lo que quiso ser Jesús, ese Jesús en el que tú y yo creemos, un Jesús de Amor, entrega, humildad y sencillez. Y Sara, su protagonista, no deja de ser un trasunto de lo que tú eres: generosa, sencilla y buena. Por aquello de poner un poco de humor, diríamos "buena tía" y "tía buena" (en cada caso con su tono correspondiente, jejeje.).
    Bueno, pues eso... por muchos más éxitos y momentos como el del sábado, por muchos encuentros y muestras de amistad y generosidad, de ésos que tú tan bien sabes crear.
    Besos emocionados de cieguito privilegiado por saberse objeto de tu recuerdo.
    Siempre adelante y ya sabes... "lo único que crece en esta vida cuanto más se da, en vez de perderse, es el Amor" y "por los pequeños detalles se conocen a las grandes almas, como la tuya".
    Chao, bacalao y cuidado con los eslabones perdidos. jejejej.

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  2. Extraordinario Alberto: muchas gracias por tus palabras siempre cargadas de cariño, alma y simpatía. Con amigos como tú el triunfo está asegurado, amigos de los que aprender y con los que seguir creciendo en todos los sentidos. Lo hacéis todo muy fácil, de verdad. Mi gratitud es eterna para con vosotros.
    Un abrazo emocionado y sí, hasta muy pronto, amigo del alma.

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  3. Sí, creo que Alberto tiene razón, los blogs son algo especial.

    Me alegro de que todo haya salido bien y el esfuerzo haya valido la pena.

    Un abrazo.

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  4. Muchas gracias, Ana!! Y ya sabes, Alberto llega hoy a tierras murcianas y presenta su libro este sábado en el C.C. Dos Mares, ¿te lo vas a perder?
    Un fuerte abrazo.

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  5. Una vez más ¡Enhorabuena!
    Si supiera, te mandaría un vídeo de TED que coincide contigo en el papel trascendental
    de las mujeres con el Maestro, en el tiempo del Maestro y en la posterior difusión y de conservación de su doctrina

    Deu vos guard

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  6. Gracias, Rafael!! Lo veré encantada.
    Un fuerte abrazo.

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