jueves, 28 de noviembre de 2019

LAS LECTURAS DEL ALMA

Las redes sociales son como un confesionario para quien sabe ver más allá. Existen lo que yo llamo las "lecturas del alma" y se extraen de la observación del individuo y sus publicaciones/reacciones. Abundan quienes piensan diferente, por ejemplo, en política y atacan sistemáticamente otras ideologías mediante comentarios o memes sarcásticos. Está muy bien, pero la desacreditación y el sarcasmo en temas de política, el ataque o la descalificación hacia el “partido” o el “votante contrario”, no refleja precisamente una mentalidad basada en los principios de lo que muchos entendemos por democracia. Y todos sabemos que hay algunos partidos que fomentan más abiertamente que otros este tipo de proceder, que se convierte en un rol en el que muchos caen sin darse cuenta. No son conscientes de hasta qué punto están siendo manipulados en nombre de aquellos valores que creen defender y que, sin embargo, brillan por su ausencia. 

Por otro lado, también hay quienes se creen en posesión de la verdad absoluta respecto a su religión/creencia, y se pasan la vida entrando en perfiles/grupos donde exponer/imponer su “Verdad”. Tampoco suena muy “democrático”, ¿no? Conozco a quien se denomina a sí mismo como el “creyente verdadero”, el “poseedor de la verdad”, etc. mientras critica a su “hermano” por pensar diferente. A veces tendríamos que cuestionarnos seriamente qué es la Verdad, quién la posee y cómo se sostiene. Para mí la Verdad es la experiencia de cada uno. Vive, experimenta, reflexiona y la poseerás muy ligeramente. Y, apuntando mucho más alto, también diría que es la Vida. La Vida misma. Aceptar lo que ES sin querer cambiarlo, poseerlo, destruirlo, adaptarlo a nuestra comodidad o antojo. Eso es.

Y entre otros muchos ejemplos que podría poner, por citar otro bastante socorrido, también está el perfil de aquel vegetariano que ha dado el paso hacia la renuncia de ingerir carne, olvidando su etapa carnívora/cultural/familiar, creyendo que por ello tiene derecho de ir dando lecciones a otros porque ya camina como a tres palmos del suelo…


Personalmente, toda decisión que no lleve implícitos los principios fundamentales del respeto hacia lo diferente, hacia la diversidad de pensamientos y elección, que prive a los demás del derecho a manifestarse o ser como deseen, me parece una vulneración absoluta de los derechos del otro. Habrá que analizar a qué llamamos libertad de expresión y tantas otras cosas. A ver si después de tantos años de imposiciones y control mental vamos a volver al dualismo ideológico que divide, discrimina, reprime y coarta.

Mi opinión personal al respecto es que abundan las personas con heridas. Sí. Heridas a veces muy profundas que normalmente se originaron en la infancia y que forjó una personalidad insatisfecha, infeliz. La política, las creencias, las imposiciones alimentarias (por seguir la línea de ejemplos), sólo serían “válvulas de escape” a tanta represión/enojo, a mi entender. Una persona con la herida del rechazo o la discriminación, normalmente, buscará desmarcarse del resto, rara vez dará su opinión y se aislará de todos. Quien fue ignorado, nada reconocido, tratará soberanamente de acaparar la atención por la vía que sea, demandará ser atendido, protagonista, buscará la aprobación de todos. Quien sufre las heridas de la traición o la injusticia también buscará su vía, tal vez sea agresivo, intolerante, quiera imponer su opinión, dar rienda suelta a su frustración. Por eso cuando alguien se siente ignorado, discriminado, traicionado, no atendido… se abren esas heridas de abandono, de indiferencia, de carencia, etc. y brota la descalificación, el desagrado o el enojo oportuno.

A ver si escarmentamos todos en cabeza ajena. Por una sociedad mejor.
Con amor y sentido del humor...


Rosa Sánchez

domingo, 3 de noviembre de 2019

EL JOKER NUESTRO DE CADA DÍA



Si se trata de dar visibilidad a un colectivo invisible, discriminado muchas veces por el estigma de los prejuicios o la falta de información, he de decir que Joker ha sido una película de mi agrado. Pero si ahondamos en el drama, la siniestralidad y el caos resultante de ignorar las señales, la falta de atención y recursos sobre todo en enfermos con una patología mental severa, tendría que decir que no tanto... es dura, difícil de digerir para el público sensibilizado con el tema de las patologías mentales. Sobre todo al final, cuando el mundo entero enloquece y te haces consciente de que tanto sufrimiento podría haberse evitado.


Pero prevenir es curar y en eso sí soy partícipe de este tipo de películas. Joker, con su excelente crítica, no es la única que nos trae a colación el tema de los trastornos mentales. En “Una mente maravillosa” vimos a un brillante Russell Crowe consiguiendo tener una vida casi normal, a pesar de su esquizofrenia, gracias al amor y la aceptación personal y social de su entorno; y en “El secreto de los Marrowbone”, un traumatizado George MacKay también consigue una vida feliz pese al trastorno que le ha provocado el maltrato de un padre en exceso cruel, gracias al amor y la atención de otra persona. Paciencia, la información debida, el tratamiento adecuado, la vigilancia del entorno… y mucho, mucho amor, serían las claves para una convivencia lo más normalizada posible.


La pregunta tras ver Joker sería: ¿quién en esta sociedad tan materialista es, en realidad, el ‘enfermo’: quien padece algún tipo de trastorno diagnosticado y es consciente de sus limitaciones o quienes se desentienden o ignoran esta dramática realidad? Tanto quien lo padece, como quien mira hacia otro lado, (familia, instituciones sociales…) pueden ser considerados ‘enfermos’ que precisan de médico: unos por medicamentos y otros por necesidad de moral. 


Por desgracia, pese a mis esfuerzos por crear y proyectar lo contrario, soy consciente que en pleno Siglo XI la 'locura' está servida cada día en los telediarios de medio mundo: homicidios en todos los grados, racismo, xenofobia, abusos, maltrato físico y psicológico, odios del pasado que resucitan mediante ideologías fuera de onda... ¿todo ello provocado por patologías mentales? No, la mayoría de las veces es fruto de la hipocresía, el egoísmo, la avaricia, el orgullo… que no se consideran patologías pero también son enfermedades de la mente humana. Son el cáncer que nos endeuda y nos ata todavía más a nuevas existencias cargadas de pruebas y sufrimientos. Algo más peligroso que las patologías mentales diagnosticadas y más presentes en nuestras vidas de lo que creemos. 


Mi reflexión final es que una sociedad mejor es posible. Una sociedad menos violenta, más amable. Requiere civismo, ética, unión... y el compromiso, la voluntad y el esfuerzo de todos. Y no, no estoy hablando de política. Todo empieza en ti y en mí. En uno mismo.



©Rosa Sánchez

lunes, 16 de septiembre de 2019

CUARTO MILENIO Y EL CASO ALCÀSSER


Luis Frontela, Médico Forense y Catedrático de Medicina Legal

Mi parecer tras visionar el especial sobre el Caso Alcàsser en Cuarto Milenio.
Para empezar, un pequeño resumen de lo que se vio en el programa:
El periodista Juan Ignacio Blanco falleció el pasado 3 de julio sin resolver uno de los misterios menos creíbles que rodean el caso Alcàsser: la existencia de una cinta snuff donde aparecen las niñas siendo torturadas por sus presuntos asesinos.
Francisco Pérez Caballero, en directo desde Llombai, analiza sobre la zona el trayecto que marca la versión oficial. Le parece totalmente inverosímil.
Fernando García piensa igual que hace 27 años: no cree la versión oficial, fundamentalmente, porque se resolvió el caso en tiempo récord y de la forma más simple posible. Sigue exculpando del triple crimen a Antonio Anglés y a Miguel Ricart. Sigue siendo el David contra Goliat de la historia.
Comenta que el reportaje de Netflix, de mala fe, no emitió partes de la entrevista que hubieran sido aclaratorias respecto a la difamación pública a la que se vio sometido respecto al dinero de la asociación que presidía.
Sostiene que el periodista y criminólogo Juan Ignacio Blanco, efectivamente, le exhibió la famosa cinta pero le recomendó que “no la viera”. Y le hizo caso.
También fue preguntado por la persecución sufrida por su hija, meses antes de su desaparición y secuestro, cuando estaba en el portal de su casa... sobre por qué no se relacionó con el crimen. No supo decir porqué se descartó que hubiera sido un hecho premeditado y sí casual y fortuito, como sostiene la versión oficial.
Luis Frontela exhibió algunas fotos de la alfombra en la que iban envueltos los cuerpos, el poco tiempo que tuvo ocasión de analizarla, y repite lo que ya había contado en otras ocasiones: que los trabajos de exhumación de los cuerpos y sus correspondientes autopsias habían sido una auténtica chapuza, que quienes los exhumaron no tenían ni idea de investigación criminal y que, a día de hoy, no tiene noticias sobre las muestras que envió a analizar puesto que en menos de 5 días recibió la orden de devolver el material que había en la fosa objeto de su análisis. Así sin más.
La única "novedad" que aporta es que, según sus investigaciones, todas las pesquisas apuntan a que Anglés ni siquiera llegó a Madrid.
En contraposición, Javier Martínez, un periodista de Las Provincias que cubrió el caso y estuvo el día del levantamiento de los cadáveres, defiende la versión oficial.
Ponen una entrevista radiofónica a Juan Ignacio Blanco donde, entre otras cosas, explica el contenido de la cinta... y reconoce sentir auténtico pánico por cuanto sabía.

Como colofón, y después de la larga espera, el testimonio de Carmen Albert me deja fría. Se trata de la viuda de Juan Ignacio Blanco. Al parecer, la entrevista se hace en su casa, bajo una iluminación extraña y un maquillaje desfavorecedor. Esperaba algo concluyente por su parte. Ella acompañó a su marido a las charlas sobre el caso. Es testigo de primera mano de sus pesquisas. Pero afirma que “él no le contaba nada”, que eran una “pareja de las de antiguas”. Que lo que “tenía que entregar” dijo habérselo dejado al ministro de “aquella época”. Que si se quedó una copia, ella no lo sabía. Es más. Juan Ignacio estuvo enfermo, al menos, cinco años... por lo que le había dado más que tiempo dejarse preparado lo que fuera... pero ella afirma que “no le dio tiempo”, “que no tuvo la oportunidad” de “poner las cosas en orden, como él quería” antes de fallecer... ¿Qué pasa aquí?
Según mi parecer, Fernando no quiere "desmentir" a Juan Ignacio en honor a su memoria. Reconocer que esa cinta no existió sería dejarlo como un vulgar mentiroso y, en realidad, fueron amigos y se había desvivido por resolver el caso. Tal vez, la invención de la supuesta cinta fuera una estrategia para presionar a alguno de los implicados (Guardia Civil, forenses, etc.); como un "as" en la manga inventado, quizás, con la intención de mantenerlos lejos o, quién sabe, una forma de hacer creer que sabían más de lo que en realidad decían.
Estoy con Fernando García respecto a no creer la versión oficial, pero tampoco creo la hipótesis de que gente famosa y de "élite" estén detrás del atroz triple crimen. Creo que fueron personajes de menos peso. Ahí soy de la opinión de Frontela, quien queda a la espera de pruebas objetivas para volver a la carga. Y sigo sintiendo simpatía por Fernando, Juan Ignacio y Luis... pero, desgraciadamente, la incógnita continúa...

sábado, 14 de septiembre de 2019

AMISTAD Y REDES SOCIALES


Hay quienes ponen muchos requisitos a la amistades de Facebook. ¿No estaremos hablando de nuestros propios prejuicios? Según he observado, nos centramos fundamental en estos 5 puntos:

1.- Pensar de la misma manera. De lo contrario, te eliminan o bloquean. 

Mientras no se pierda el respeto, la diversidad de opinión nos beneficia a todos. A no ser que nos creamos poseedores de la verdad absoluta. Entonces es mejor cerrar el perfil, abrir una asociación a nuestro nombre, sin miembros ni cuotas, y reunirnos todas las semanas con nosotros mismos. 😉

2.- Que tengan foto de perfil real, no imágenes de internet.

Pretender que un mundo virtual todo sea "real", es complicado. Hay que ser muy cautos, pues aún poniendo su foto real, puedes dar con un/a estafador/a sin escrúpulos, como vi ayer en un reportaje de Comando Actualidad. Hay asociaciones de "estafados emocionales": estafados por depredadores emocionales que han conocido a través de aplicaciones de buscar pareja mediante candentes promesas de amor eterno. Así que vayamos con cuidado.

3.- Juzgar a alguien por su foto de perfil.

Yo me fijo más en la forma de pensar, la capacidad de reflexión, el "saber estar", la "buena actitud", las temáticas afines de las personas con quienes comparto amistad... que en su foto de perfil. Lo que somos "por fuera" puede diferir enormemente de lo que somos "por dentro". Cuidado con las apariencias. Alguien que "parece" buena persona puede ser perfectamente un/a narcisista maltratador/a, por ejemplo.

4.- Eliminar a quienes no reaccionan a nuestras publicaciones o a quienes nunca comentan.

Por ese particular, yo ya habría dado el pasaporte a la mayoría. Habrá quien te agregue para husmear y con quien no haya interacción alguna en años. Teniendo en cuenta que hay muchos perfiles que no vemos por temas internos de Facebook, creo que hay que enfocarse siempre en la gente que sí aporta y mucho. Y el resto, nunca se sabe, tal vez en un futuro surjan amistades tardías con gente interesante que nunca reaccionaba a nuestras publicaciones...

5.- Uso adecuado de esta red social. Fijar claros objetivos.

Mucha gente utiliza el perfil para ligar. Si no quieres que te flirteen, no le sigas el juego a quien te alabe/piropee/seduzca gratuitamente y aclara tu postura. Si prueba contigo, ¿con quién más no lo hará? Cuidadín. Las redes sociales son un arma de doble filo... pero también un inmediato punto de encuentro y una herramienta maravillosa para compartir y relacionarse. Tú decides.

©Rosa Sánchez

sábado, 31 de agosto de 2019

KARDEC, LA PELÍCULA


Leonardo Medeiros interpretando a Allan Kardec
No he podido evitar las lágrimas en determinadas escenas de “Kardec”. Lágrimas de emoción, de gratitud, de reconocimiento... Esta película, estrenada ayer en Netflix, basada en la vida del profesor, escritor y traductor Hippolyte León D. Rivail (codificador del espiritismo), quien adoptó el pseudónimo de Allan Kardec tras comprobar que otra realidad estaba detrás de los fenómenos espiritistas que estaban revolucionando las altas esferas de una Francia católica, me ha sacudido desde lo más profundo. Su puesta en escena, inmejorable; el guión, emocionante; muy fiel a la biografía. Con los ingredientes indispensables que caracterizan las buenas películas (una historia sólida, una fotografía espectacular, ambientación y vestuario impecables, buenos actores…), me ha transportado a esos años oscuros donde todavía había mucho que conseguir respecto a las libertades y la amenaza de la inquisición todavía asomaba su impertérrito rostro a cada puerta. 

He de admitir que he sentido un gran orgullo, pese a mi condición de espíritu imperfecto, pese a los errores que haya podido cometer a lo largo de mi vida… por la actitud, la perseverancia y el arrojo del protagonista. No poseo la erudición ni la elocuencia de Kardec pero siento que entre él y yo hay mucho en común. Y tal vez por ello, de forma absolutamente innata, me he sentido tan identificada con el personaje, la época/ambientación, la sociedad y la temática espiritista. Un tsunami emocional ha recorrido mi Ser resucitando memorias dormidas, anhelos y afanes de otro tiempo… He sentido que una parte de mí estuvo allí y, ahora, en la vida actual, todavía siento la añoranza de lo que fue. Sí, siento como si mi alma también haya intentado ir más allá de lo establecido, de la “versión oficial”, de la manipulación y el control que nos fue dando forma como sociedad a través de creencias, dogmas, estereotipos, roles sociales y familiares e imposiciones de todo tipo… más allá de lo puramente ortodoxo, al margen de lo que la familia y sociedad tratan hacer de ti. La película sobre Kardec me ha hablado sobre el pasado y el futuro de mi alma. Me ha devuelto a mí misma.

De pequeña leía incesantemente el Nuevo Testamento bajo la mesa del comedor. Algo innato me llevaba siempre de la mano hacia otro lado, hacia lo desconocido, un lugar menos grosero y más espiritual. Tal vez por ello siempre supe que el ser humano nace libre y vive circundado a un propósito. Que mi propósito de vida se extendía mucho más allá de lo que se esperaba de mí. Sabía (me decía el corazón), que debía poner el foco en aquellas cosas que el espíritu, a través de la intuición, te va mostrando. Crees y sucede así. Es mágico. Y así, resumiendo mucho y con el paso de los años, terminé por escribir, como quien no quiere la cosa, una novela sobre Jesús, otra sobre el valor de la vida en un campo de exterminio nazi, otra sobre la inquisición… entre otras. Y, pensando así, animada por todo lo que todavía quedaba por vivenciar y descubrir… cada vez le perdí más interés al mundo de la forma, corriendo el "riesgo" de casi no encontrar ya regocijo alguno en el camelo de las cosas materiales.

Soy espírita por convicción. La fe no debería imponérsele a nadie. Nunca hice la Ouija ni la aconsejo. No hago ni creo en rituales, supersticiones, fetichismos… y seguir las tradiciones no es algo que vaya conmigo. Llegué al espiritismo no por la fenomenología sino por su moral. Y me pregunto, ¿sabe el mundo hoy todo lo que le debe a Allan Kardec? ¿Somos conscientes del valor de la información codificada por este investigador y divulgador de una doctrina que antes de que te hagas la pregunta ya te ha dado la respuesta? Soy espírita por convicción, sí, y esta ha sido la película, como os decía antes, que me ha devuelto a mí misma y me ha dado fuerza para seguir en la divulgación de lo que para mí ha sido, y es, como una lluvia de maná en pleno desierto.

Con infinito amor y gratitud a Allan Kardec y a todos los que, como él, se atrevieron a ir más allá en pro de "la libertad, la igualdad y la fraternidad",
®Rosa Sánchez

ALLAN KARDEC, codificador de la Doctrina Espírita

viernes, 23 de agosto de 2019

¿Qué es, en realidad, el ESPIRITISMO?

EL ESPIRITISMO es una doctrina filosófica de carácter racionalista porque promueve el libre pensamiento y el libre análisis; rechaza los dogmatismos, fanatismos e ideas preestablecidas y excluye la noción de lo sobrenatural, la fe ciega y toda suerte de prácticas ritualistas.

Respeta todas las filosofías, religiones, y creencias personales, estimula el libre albedrío y no impone, ni prohíbe nada, sino que invita al estudio, haciéndonos conocer con hechos irrefutables la realidad del mundo espiritual, las leyes que lo gobiernan, sus relaciones con el mundo visible, la naturaleza y el estado de los seres que lo habitan y, en consecuencia, el destino del hombre después de la muerte.
El Espiritismo es moral, porque tiene por finalidad la transformación moral del hombre.

Su posición ética frente a la vida invita a la educación y elevación de los sentimientos, estimula el estudio, la cultura y la investigación, con el propósito de orientar al ser humano en el proceso de su autoconocimiento y de comprensión del mundo físico, como del mundo espiritual que lo rodea, enseñando que el hombre es el sujeto protagónico de su propia historia; que es responsable de sus actos y arquitecto de su propio destino.-

"Asociación Estudios Kardecianos ASDEK" - Medellín -