miércoles, 5 de diciembre de 2012

PROFECÍAS MAYAS Y CAMBIOS DE CONCIENCIA

            Los mayas no veían en la fecha del 21 de diciembre del 2012 un final, sino un renacimiento, un cambio de conciencia colectiva que dará comienzo a lo que muchos llaman un “nuevo mundo”. Según esta profética visión, en el transcurso de este mes tendrá lugar un hecho sin parangón: el inicio de una nueva Era que resultará y será indicada por el cruce del ecuador galáctico del meridiano solar, donde la Tierra se alineará con el centro de la galaxia.

Las supuestas profecías mayas, según las cuales el mundo se acabará en diciembre del 2012, son fruto de erróneas interpretaciones de los calendarios, signos y símbolos mayas. Para consuelo de muchos, el mundo no se va a acabar en estas fechas; más bien, como os decía, se podría interpretar como el inicio de una Era de significativos cambios y transformaciones… relevantes hechos que parecen estar cogiendo forma desde hace ya algún tiempo.

Al parecer, al amanecer del 21 de diciembre del 2012, va a suceder un fenómeno astronómico muy singular y significativo: el Sol se elevará para coincidir con la intersección de la Vía Láctea y el plano de la elíptica, formándose en el cielo una inmensa cruz. Esta Cruz Cósmica es considerada como una personificación del Árbol Sagrado, el Árbol de la Vida, un árbol recordado en todas las tradiciones espirituales del mundo. Esta alineación con el corazón de la galaxia abrirá un canal para que la energía cósmica fluya a través de la Tierra, purificándola a ella y a todo lo que more sobre ella, elevándolo todo a un nivel superior de vibración. El proceso hace tiempo que ha comenzado. De ahí la importancia de señalar que el solsticio de invierno del 2012 no marca el fin del mundo, sino el fin de una manera de ver y entender las cosas.

Hoy en día nadie duda de la sabiduría del pueblo maya, una de las pocas civilizaciones antiguas que ha sobrevivido a través de los siglos y que casi destruimos los españoles tras la conquista. Una civilización que nos dejó un legado científico y astronómico de incalculable valor. En el área de la astronomía, predijeron con una exactitud impresionante eventos cósmicos como eclipses; calcularon a la perfección las órbitas de los planetas; desarrollaron cálculos sobre los movimientos sinódicos del planeta Venus y sobre los de las manchas solares; desarrollaron el calendario más perfecto que se ha creado, al cual hay que agregarle un día cada 180,000 años; desarrollaron 20 calendarios entre los cuales se encuentran el calendario sagrado Cholq’ij (calendario humano en torno al cual gira todo el mundo maya), el calendario Ab´, (calendario basado en el año solar), el calendario agrícola, el calendario lunar y el calendario venusino, entre otros. Hicieron grandes avances matemáticos. Fueron los primeros en crear el concepto del cero y las fracciones. Desarrollaron un sistema vigesimal que con el uso de sólo tres símbolos (el cero, el punto y la barra) permite hacer todas las operaciones aritméticas, tales como suma, resta, multiplicación, división, raíz cúbica y raíz cuadrada. En arquitectura e ingeniería hicieron avances extraordinarios y construcciones monumentales, como las famosas pirámides. Desarrollaron sistemas de irrigación y construyeron un acueducto subterráneo que se considera la construcción más grande que ha hecho el ser humano. Además, desarrollaron un sofisticado sistema social basado en la teocracia que funcionó a la perfección por miles de años y que se caracterizó por la complementariedad de género entre mujer y hombre.

Tras conocer este breve resumen sobre ellos qué duda cabe de que estamos hablando de unos visionarios que, con siglos de antelación, ya sabían que el hombre de nuestros días acabaría destruyendo cuanto le rodea, a sus semejantes e, incluso, a sí mismo. Y, de hecho, así vivimos en la actualidad, sumidos en una crisis generalizada, una crisis que hunde estructuras y destapa verdades encubiertas, en un período en el cual se está produciendo una convergencia global de destrucción medioambiental, caos social, terremotos y otros desastres como guerras y cambios progresivos en todo el planeta. Estamos viviendo una etapa que requiere cambios urgentes, porque la base en la que estaban asentados muchos de nuestros sistemas no era sólida. Por doquier acampaba a sus anchas el fantasma destructor de la corrupción y la hipocresía. Y quien crea que exagero, tal vez haya visto poco las noticias…

            Estamos viviendo en la Era más importante de los calendarios y profecías mayas. Todas las profecías del mundo, todas las tradiciones, estarían convergiendo ahora. Y, según esta visión, la humanidad continuará de una manera ciertamente diferente al cambiar las estructuras materiales: tendremos la oportunidad de ser más humanos. Y como todo cambio requiere acción, necesitamos trabajar juntos por la paz y el equilibrio. Sean cual sean nuestras creencias, es el momento de despertar. No estamos aquí sin una razón, hemos venido con un propósito importante y ahora se nos brinda la oportunidad de crecer. Necesitamos actuar, introducir mejoras y elegir personas que nos representen, que entiendan y que vayan a decidir acciones políticas para respetar la Tierra.

            Aprendamos de nuevo, si es que lo hemos olvidado, el significado y la importancia de conceptos tales como el amor, el respeto, la tolerancia, el compartir, la gratitud y el perdón. No es nada complejo, nada elaborado. El conocimiento está codificado en la sangre, en los genes, en el ADN de cada persona. Todo lo que necesitamos está dentro de nosotros. Grandes maestros lo han dicho desde un principio: “Encuentren su corazón, y encontrarán su camino”. Pues sólo existen dos maneras de esparcir la luz: siendo la lámpara que la emite o el espejo que la refleja.

viernes, 9 de noviembre de 2012

EL SIGLO DE LAS LUCES...


Empiezo a plantearme seriamente si vivimos en el siglo de la incongruencia, de la intolerancia o de la calumnia, porque de lo que estoy segura es que éste no es el Siglo de las Luces. Y comento esto porque internet es el caldo de cultivo de las difamaciones por excelencia donde todos los extremos se tocan: entras en una página de opinión cualquiera y, o está saturada de comentarios de panegiristas dispuestos a dar su vida en favor de una causa, o nos topamos de bruces con las incoherencias varias de detractores de todas, y en todas las materias posibles. Y es que la sociedad está hecha unos zorros y en pleno siglo XXI parecemos estar más divididos que en los tiempos de las dos Españas...

Quienes conocen mi blog saben que opté por tener que moderar los comentarios de los lectores desde hace bien poco, pese a que, antiguamente, la arriba firmante, como buena defensora de las utopías y la libertad, no lo creía necesario. Pero como, lamentablemente, cuanto más acceso a la educación hay en este país, menos educación parece haber, pues cambio mis costumbres mientras me río de los que se manifiestan a favor de los derechos humanos o la libertad de expresión, y, después, se meten en un blog de manera anónima, dejan sus deyecciones en forma de palabras y salen volando. Así, con inquina, sin dar la cara. Con cobardía, premeditación, alevosía y, quién sabe, si también nocturnidad…

Lo cierto es que a la hora de ir de librepensadores por el mundo, hablando de libertad de expresión y tal y cual, somos estupendos. Pero que cada uno examine su conciencia y dictamine si actúa conforme a ella o primero dice una cosa y luego hace otra. Porque a eso se le llama hipocresía, en mi pueblo y en el de todo el mundo. Pues si exigimos libertad, respeto y todas esas cosas bonitas, también tenemos que ser respetuosos y transigentes con nuestros congéneres, ¿o no?

Muchos pensarán que he cambiado mi estilo o que ando un tanto resabiada, pero no es así. Ni estoy enfadada, ni indignada, ni voy a acampar en la Puerta del Sol. Simplemente se trata de hablar claro. Y resumiendo, y yendo ya al quid de la cuestión, resulta que, el otro día, sin ir más lejos, recibí un mensaje sobre una entrada muy antigua de mi blog. Y para mi sorpresa, en el comentario a aprobar, un/a inteligente anónimo/a me recriminaba el hecho de que dudara de la belleza física de nada más y nada menos que… ¡Cleopatra VII! Tal vez su abuela o él/ella mismo/a en otra reencarnación, ¿quién sabe? La molestia u ofensa sólo se entiende desde la línea de sangre que le puede unir con el susodicho personaje. El hecho es que al escribir esa entrada reparé en efigies de la época que no dejan paso a la duda… pero no sabía ese/a señor/a que no se ofende a quien se quiere, sino a quien se puede.

Pero no piensen que queda todo ahí. En su afán por desprestigiar y ofender a la medida de su inteligencia, emprendió una absurda revancha midiendo la calidad de mis libros y opinando sobre mis objetivos editoriales, a la medida de la animadversión que le había provocado mi artículo. Se me tachó de oportunista, de que mi problema era que envidiaba la belleza de Cleopatra y con el claro objetivo de vender libros… je, je, je. Pero no lo digo yo, no, ya lo dijo José Luis Figuereo, en una de sus últimas canciones: “¡Qué malditas las palabras que se dicen sin conciencia!”

Y no crean que ésta u otra sarta de despropósitos me quita el sueño. En cualquier disciplina, todo autor sabe de antemano que vive expuesto a toda clase de críticas. Es normal, no se puede gustar a todo el mundo. Pero yo pienso que hasta para criticar se debería ser elegante, aunque no estemos en el Siglo de Oro, y (¿por qué no?) también un poco románticos y distinguidos con nuestras diatribas, aunque no vivamos inmersos en el Romanticismo más Becqueriano. Porque señores: se están perdiendo las formas, el respeto y la dignidad. Y tampoco lo digo yo… ¡lo dijo Cleopatra VII! (¡Es broma!)

Y con el humilde propósito de reparar el daño causado por mis desafortunados escritos a ofensores y ofendidos, a bellezas reales y legendarias, aún en detrimento de los poetas y románticos de todos los siglos, por atreverme a hurgar en su género, ahí va un poema para que el que no encuentro ni título que definirlo pudiera.
 

Hasta donde me lleva mi osadía
jugué con placer con las palabras,
a sabiendas que con las letras no se juega,
forjando universos infinitos
para esparcimiento de lectores exquisitos
ávidos de aventuras y de hazañas…
 

Juzgué sin saber que juzgaba,
ofendí sin saber que ofendía,
según una lengua dispar...
Pero sólo por amor y verdad,
por justicia, honor y equidad
mis escritos irradian rebeldía.

 
Burla burda y siniestra,
puñal que viene por la espalda,
verdugo que sin rostro se ensaña…
aunque no hay enemigo pequeño,
inútil ponerle empeño,
pues ni es persona ni es nada.
 

Y como rebatir las becerradas
que sueltan las mentes vacías
implica aceptar la ofensa,
por ello callé sin porfiar,
ya que es saber ancestral
que dejar pasar la tormenta
no conlleva cobardía
y sí desprecia al que afrenta.

sábado, 3 de noviembre de 2012

REFLEXIÓN DEL DÍA


            De todos los caminos a emprender, el amor es el único que nos conduce siempre a buen puerto, siempre, y esto es así porque, sencillamente, sólo el amor es garante de honestidad, autenticidad y dignidad.

            Por eso a aquel que me pregunta cosas como cuál es el secreto de tu felicidad, de tu buen humor, o de tus éxitos, siempre le respondo sin dudar: poner amor en todos los actos, en todo lo que hago, es el secreto. Porque quien ama no miente, no manipula, no critica ni tergiversa, y no hay nada más auténtico y satisfactorio que haber encontrado aquella persona digna de nuestra confianza; aunque, desgraciadamente, vivimos en un mundo sin amor donde reina el egoísmo, la envidia y la vanidad, y por ello es que del débil, de aquella persona de espíritu ingenuo, confiada y sin malicia, muchos intentan aprovecharse porque…


La inteligencia sin amor, te hace perverso. 

La justicia sin amor, te hace implacable.

La diplomacia sin amor, te hace hipócrita. 

El éxito sin amor, te hace arrogante.

La riqueza sin amor, te hace avaro. 

La bondad sin amor, te hace servil. 

La humildad sin amor, te hace orgulloso.

La pobreza sin amor, te hace mezquino.

La belleza sin amor, te hace vanidoso.

La verdad sin amor, te hace hiriente. 

La autoridad sin amor, te hace tirano. 

El trabajo sin amor, te hace esclavo.

La sencillez sin amor, te envilece.

La oración sin amor, te hace vano.

La ley sin amor, te esclaviza.

La política sin amor, te hace ególatra. 

La fe sin amor, te hace fanático.

La cruz sin amor, se convierte en tortura. 

La vida sin amor, no tiene sentido.

         Mi propósito en la vida es continuar siendo yo misma pero, haciendo honor a la experiencia, sabiendo también separar el trigo de la paja. Ser demasiado confiados nos conduce a ser temerarios. Ser temerarios nos lleva a arriesgar fuerte. Y el riesgo, normalmente, nos sitúa en callejones sin salida donde sólo reina la oscuridad y el desasosiego.

Suerte que Dios nos ama, suerte que desde el principio es aquel amigo que nunca abandona ni traiciona. Suerte que personifica el amor incondicional y por ello es que nos deja libres, porque confía en nosotros y nos concede siempre una nueva oportunidad.

Pero quien no tiene amor ni para sí mismo y, tras una oportunidad y otra, sigue en el error y por sus propios actos pierde el honor, debe saber que la deshonestidad lleva a la mentira. Y la mentira, como la mala simiente, crece sin control. Y quien miente pierde el control de su propia vida y, con ello, todo lo demás: el honor, la credibilidad, la confianza… Y por sus propios actos queda ya marcado, tanto en esta vida como en otras legislaturas.

martes, 18 de septiembre de 2012

CUANDO LA REALIDAD SUPERA A LA FICCIÓN

            Resulta que cuanto más hurgo en la historia más me sorprende la preponderancia, el orgullo y la soberbia de la raza humana. Detrás de unos hechos que superan con creces a los mitos o leyendas más sanguinarios, que ya me gustaría a mí que sólo fueran eso, casi siempre se esconde una realidad salvaje y descarnada. Hoy en día la conocemos como Historia y se enseña desde la tarima de cualquier colegio con naturalidad y de forma objetiva, pero si profundizamos en los hechos con mirada subjetiva descubrimos que absolutamente todo se ha ido escribiendo sobre renglones torcidos por la ambición, con letras negras por el dolor y sobre páginas color malva que nos sugieren que toda conquista o victoria deja atrás millones de vidas humanas, la mayoría inocentes, por la obstinación de unos cuantos personajes.
                Después de entrar en un análisis profundo sobre la actuación de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial como base para erigir lo que es mi segunda novela (ahondando en la persecución y genocidio de judíos y otros grupos minoritarios de Europa y norte de África), reviví el sufrimiento de unas 11 ó 12 millones de personas sobre el marco de un hecho histórico terrible, de brutal envergadura. Seguidamente me topé con la Inquisición y lo que averigüé me sobrecogió. Nuevamente me movilicé en un viaje hacia lo más oscuro de nuestro pasado, visité el museo de Santillana del Mar, escalofriante lugar que alberga objetos y maquinaria de tortura del “Santo Oficio”, y me zambullí en la elaboración de otra novela. El Tribunal de la Inquisición, creado por el papa Gregorio IX para perseguir a los que ellos mismos denominaban “enemigos de la fe”, juzgó, torturó y asesinó a un número de personas imposible de precisar. Durante estos breves, pero intensos, recorridos por la historia estoy convencida de que todo, absolutamente todo cuanto podamos imaginar es superado por la realidad. Pues la realidad de nuestro pasado está asentada sobre cimientos tan innobles como lo son el fanatismo, el integrismo, la discriminación, la xenofobia, el racismo y todo lo que estos términos encierran y conllevan. Reiterando lo dicho, después de conocer los detalles más significativos de nuestro pasado, reciente o lejano, ningún triunfo me hace sentirme orgullosa ni me considero integrante de ningún bando, religión o ideología concreta.
                Recuerdo con estupor los conceptos erróneos que nos transmitían en nuestra infancia a través de películas de cine o tebeos. Veíamos películas haciendo distinciones entre malos y buenos, aunque todos fueran iguales y buscaran lo mismo, y respirábamos tranquilos cuando eran los “nuestros” los que ganaban. A los niños se les regalaba armas de juguete con las que luchaban, haciéndose daño por cierto, y bolsitas de patéticos soldaditos verdes de plástico con los que recrear las guerras y motines más sangrientos. Inconscientemente, quiero creer, la sociedad enseñaba la historia tal como era, como la conocían, sin reparar en que lo más acertado era terminar con antiguas y erróneas creencias transmitiendo verdaderos valores, desmitificando conceptos y derribando estereotipos.
                En la actualidad existen personajes que pasarán a la Historia pero, a diferencia de los referidos hasta ahora, entrando por la puerta grande. El pasado 18 de julio se celebró el día de Nelson Mandela, personaje icono de la lucha contra el apartheid en Sudáfrica. Esta conmemoración, para quienes conocemos los detalles, nos evoca muchas cosas, pero sobre todo una: el triunfo de la razón y la libertad sobre la soberbia y el despotismo colonizador. Porque no debemos olvidar que detrás de cada breve reseña histórica se encierra mucho más de lo que se cuenta. La figura de Mandela representa la lucha silenciosa, la resistencia pacífica, la esperanza de un pueblo discriminado que pasó de una dictadura segregacionista blanca hasta la democracia multirracial. Y a mí, al observar su imagen con detenimiento, me impresiona su sonrisa: tan sincera como impecable, para nada atenuada por el paso de los años. No encuentro ni un atisbo de rencor en sus ojos risueños; y su porte, allá por donde se encuentre, resulta intachable. Ha dejado bien claro que en su ya legendaria figura no hay nada fingido. Y todo aquel que haya visto “Invictus” habrá quedado conmovido al ver en escena la gran lección que un ser humano que pasó 27 años en la cárcel ha dado al mundo mientras se repetía a sí mismo que, pese a todo, era un hombre libre y el dueño de su alma.
                A lo largo del tiempo el hombre ha sometido, maltratado y asesinado por ideologías, creencias y ansias de dominación y poder. Y yo me pregunto, observando con recelo la experiencia que atesoramos: ¿qué sería de la raza humana sin el ejemplo y coraje de verdaderos héroes que, con dolor y lágrimas, lucharon por la justicia, la libertad, los derechos humanos y la democracia? Sólo cabe esperar que no haya sido en vano.
 

miércoles, 1 de agosto de 2012

QUIEN SALVA UNA VIDA, SALVA AL MUNDO ENTERO


“Quien salva una vida, salva al mundo entero”… tal vez esta frase, que en realidad es una cita del Talmud que hizo mundialmente famosa la oscarizada “Lista de Schindler”, parezca ambigua a simple vista, pero es grande su significado y puede llegar a abarcar mucho. Quien ayuda a una persona en el ámbito que sea, quizás no sólo esté ayudando a un ser humano con sentimientos, esperanzas e ilusiones, también debemos tomar conciencia que ese esfuerzo se puede ver multiplicado por diez al descubrir la cantidad de beneficiados que muy probablemente se escondan detrás: familia, hijos, amistades, conocidos… y, ¿por qué no?, quizás también se esté ayudando uno a sí mismo y esté colaborando con la sociedad en general.

En la época en que vivimos, sumidos en una seria crisis tanto de valores como económica, no podemos dejar de hablar de la necesidad de un mayor compromiso con los más desfavorecidos, de una mayor entrega, esfuerzo, determinación… De SOLIDARIDAD en letras mayúsculas. Puesto que, afortunadamente, en este mismo momento, hay personas a nuestro alrededor trabajando con ilusión por una sociedad más justa, más sana, en una lucha pacífica, activa y silenciosa donde apuestan por una mejor convivencia. Trabajan con esperanza porque viven lo que hacen, y confían y creen que todo ser humano merece una oportunidad. Y tal vez muchos lo hagan de forma altruista, sacando tiempo de una apretada agenda o por el placer de dedicar su tiempo a una acción valiosa como ocurre en el caso de los voluntarios de la “Asociación Jericó”.

La “Asociación Jericó” de Pilar de la Horadada es una organización sin ánimo de lucro que trabaja para la cura, rehabilitación y reinserción de tóxicodependientes a través de talleres, terapias de grupo y trabajo constante en un entorno natural. Un equipo técnico de voluntariado presta servicio en el centro, que además está dotado para acoger a diez internos 24 horas así como para ofrecer servicios durante el día a un máximo de 40 personas, y está compuesto por un fisioterapeuta, un trabajador social, un ATS y un psicólogo. Y aparte, Jericó ofrece la posibilidad de colaborar con su proyecto a través de la iniciativa "Apadrina un Olivo", una fórmula mediante la cual cualquier persona o entidad puede ayudar económicamente con un mínimo de 50 euros anuales.
En otros tiempos, la dejadez, la falta de medios o de información, tal vez, hayan sido los responsables de que la rehabilitación del tóxicodependiente no haya sido posible. Pero, hoy día, si una persona reincide tras recibir tratamiento, deberíamos preguntarnos por qué o qué está fallando. Es una lástima que no existan más ayudas y subvenciones para que proliferen centros como Jericó, porque todo ello, sumado a la colaboración de una sociedad más comprensiva (ésa que tantas veces señala y da la espalda a aquellos que conviven con miedo al rechazo), pues, tal vez, fuera la solución a los problemas de mucha gente. Porque sin ayuda, sin confianza, sin oportunidades… no hay progreso.
Pero la solución al problema no gira totalmente en torno a la rehabilitación: ¿usted estaría dispuesto a contratar a un ex toxicómano o a un ex presidiario en su negocio o empresa? Si nadie apuesta por contribuir al bienestar económico-social de estos colectivos, la recuperación no será eficaz, ni habrá futuro para ellos ni esperanza para sus familias. Y hasta que los gobiernos no escatimen en esfuerzos para paliar la miseria existente en este país creando puestos de trabajo y ayudando a la reinserción, la victoria no será completa.

Porque uno de los errores más comunes que cometemos a menudo es ver al hombre de forma parcial. Deberíamos saber que tan importante es sanar el cuerpo como tratar el espíritu y la mente de la persona. Si no tenemos en cuenta al hombre como totalidad y unidad cuerpo-mente-espíritu ninguna reinserción será total. Si deseamos de corazón que alguien no vuelva a reincidir tengamos en cuenta todos los aspectos que conforman su vida o la reinserción tendrá que esperar la llegada de una nueva madre Teresa o a un nuevo Vicente Ferrer. Porque no nos engañemos, la reinserción sin apoyo, sin ayuda, sin trabajo, y, sobre todo, sin voluntad, no es posible. Y vale la pena el esfuerzo, y mucho. Porque quien recupera una vida, la salva, y con ella salva al mundo entero.

sábado, 9 de junio de 2012

"HUELLAS DE LUZ", DE ALBERTO GIL, NUEVO ÉXITO LITERARIO

Rehúye de los elogios, de las alabanzas y de toda clase de epítetos, como debe ser, ya que la modestia, la sencillez y humildad son sus cartas de presentación, pero Jesús Alberto Gil, licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Zaragoza, es atento, amigo de sus amigos, expresivo, locuaz, detallista, creativo, simpático, posee mucho talento para narrar y siempre hace gala de un sentido del humor envidiable.

Y además de todas estas cualidades, es un escritor ágil y original, un prestidigitador de las palabras, un Homero de nuestro tiempo, por eso sus problemas visuales con los que nació, y que a los 20 años degenerarían en ceguera, no han sido un obstáculo para cumplir sueños y vivir ilusiones.

Y es que Jesús Alberto Gil vive en constante lucha para que el mundo de la ceguera cobre relevancia en nuestra sociedad actual, para que se supriman toda clase de barreras y para que aumente la sensibilidad hacia este colectivo. Por esto y mucho más, camina con paso firme, sin miedo, con optimismo, porque tiene vocación de servicio y espíritu de sacrificio, porque Alberto ha nacido para dar ejemplo, para hacernos ver que pese a todas las adversidades que nos presente la vida, sí se puede. Y consigue convencernos y darnos aliento porque actúa con cariño y de corazón, además de laborar con esfuerzo, dedicación y constancia.

Además, es el autor de TIFLOHOMERO, un blog de relatos tiernos y entrañables donde sus múltiples personajes cobran vida más allá de su imaginación, pues tal es su destreza y genialidad a la hora de transmitir emociones y dar forma a los sentimientos. (Clicando en su imagen llegaréis hasta él...)

Por todo esto y más, para mí es un lujo presentar en primicia su primer libro de relatos:  
Huellas de Luz. Relatos de un ciego optimista y esperanzado para tiempos de crisis
Este libro reúne una recopilación de sus relatos, testimonios de aprendizaje constante, generosidad, amistad, amor y solidaridad. Pero también de pasión por la naturaleza, la lectura, los viajes, la magia y la sonrisa. Experiencias vividas bajo la óptica de la ceguera, ejemplos de que son muchos los motivos para tener la certeza de que la vida merece la pena ser disfrutada con ilusión, optimismo y esperanza.

Son huellas, sí, huellas que aspiran a guiar por la senda de la vida. Un camino que puede ser transitado siempre hacia adelante, valorando y disfrutando lo hermoso que en ella podremos encontrar si sabemos dónde mirar. Y como a lo que aspira su autor es a dar luz, los derechos que se generen con su venta, irán destinados a la FUNDACIÓN ALAINE, que ayuda a que los niños puedan soñar con un futuro y conseguir de este modo que puedan sonreír.

Y con el mismo placer anunciaros que mañana domingo 10 de junio, en la feria del Libro de Madrid, en la caseta 291, nuestro Alberto estará muy ocupado firmando ejemplares de 12 a 14 horas. Si tenéis la oportunidad de pasar a saludarle y de colaborar con Alaine a través de su libro, de antemano os aseguro que os iréis de allí con el corazón henchido y habiendo conocido a un amigo muy especial.
Para los interesados, también podéis adquirir el libro por internet clicando en la siguiente imagen:

Él sabe que por motivos personales no podré asistir pero me gustaría hacerlo, y mucho, es por ello que una parte de mi corazón junto a un ramillete de mis mejores deseos planeará sobre él acompañándolo en esos maravillosos y emotivos momentos.
Pues nada, Alberto, mucha suerte y enhorabuena. Que lo disfrutes y, como tú bien dices: Cada meta alcanzada es el inicio de un nuevo camino. ¡Siempre adelante!

viernes, 25 de mayo de 2012

¡VA POR TI, FRAN!


Nunca me ha gustado dejarme llevar por las apariencias y detesto esa frase que dice que lo que cuenta es la primera impresión. Es más, creo que no se debería juzgar a nadie por un primer y desafortunado encuentro, y muchos menos generalizar. Es una lección que la vida me ha enseñado y, con sinceridad, tampoco es ése mi estilo. Pero reconozco que mi fuerte es la observación y en más de una ocasión me han comentado, aquellos sorprendidos ante el análisis de algún detalle que había escapado a ojos de todos, que verdaderamente destaco como detective. Y, la verdad, si valgo o no para eso, pues no lo sé. Pero que me suelo equivocar pocas veces y donde pongo el ojo pongo la flecha… pues, ¿qué quieren que les diga? Serán ventajas de haber nacido bajo el signo del arquero, yo qué sé.

El caso es que desde el principio, tras tener el gusto de conocerle, vi en él algo especial y no me equivoqué. Su voz era dulce, su tez serena y su sonrisa sincera como he visto pocas. Y sí, en cada uno de nuestros breves y fugaces encuentros en el rellano, por la calle o en el ascensor, siempre lo he visto igual. Es un hombre íntegro, de tierno corazón y alma de acero. Y quien lo conoce más o menos tiempo, sabe que no me equivoco en nada. Y es ahora cuando se entiende el encabezamiento tan arrogante que le he dado a esta entrada. Mi intención no es la de brillar yo, amigos míos, sino resaltar lo mejor de él… y me refiero a mi amigo Fran.

Fran Martínez Mar destaca por su creatividad, hecho que pone de manifiesto que se deja llevar por la pasión y el entusiasmo; y como buena prueba de ello aquí tengo el honor de mostrar algunas de sus numerosas fotografías. Es capaz de dejarse morder por una más que respetable serpiente, de esas de cuanto más lejos mejor, por realizar una buena toma. Y hasta parece que lo veo, paciente, sentado en un banco esperando captar aquello que le inspire… o al acecho, buscando cámara en mano inmortalizar el momento que valga la pena… De todas formas: ¡un fuera de serie!

A mí personalmente me encanta su sensibilidad, su capacidad de ver, porque ve más allá, lejos de apariencias o realidades. Y la prueba está en su capacidad de transmitir a través de la imagen. Capta como pocos la esencia de las cosas. A objetos inanimados, les da vida; y a lo que es vida le proporciona una nueva dimensión. ¿Alguien piensa que exagero?

A continuación os dejo una pequeña muestra de su faceta artística. Para ver más, haced clic en mi imagen favorita y os llevará hasta su perfil… ¿Ya habéis adivinado cuál es, o no?

http://www.flickr.com/photos/mfm43/

¡Va por ti, Fran! ¡Ánimo y, como dice un buen amigo: cada meta alcanzada es el inicio de un nuevo camino. Siempre adelante!

sábado, 19 de mayo de 2012

REFLEXIONES SOBRE "EL REGRESO DEL HIJO PRÓDIGO" DE REMBRANDT

Con motivo del Día Internacional de los Museos, la directora de la Casa de Cultura de Pilar de la Horadada, doña María García, junto al concejal de Cultura, don Benjamín Fraile, tuvieron la gentileza de invitarme a la exposición de Obras de Arte que la Concejalía de Cultura organizó ayer tarde. Acto que también contó con la presencia y participación del señor alcalde, don Fidel Ros.
Y yo, que me declaro una enamorada del arte en todas sus facetas, tuve el enorme placer y la gran oportunidad de asistir y comentar una de mis obras de arte favorita desde la adolescencia… Cursaba 2º de F.P. cuando un profesor me propuso leer: “El regreso del Hijo Pródigo. Meditaciones ante un cuadro de Rembrandt“ De Henri J. M. Nouwen. Y la profunda pintura, de un amplio simbolismo, me cautivó. Por eso no lo dudé: escogí esa obra porque expresa como pocas que “el amor (el verdadero amor) no cambia cuando encuentra el cambio”. Y a continuación veréis porqué digo esto.

ORIGEN DEL CUADRO "EL REGRESO DEL HIJO PRÓDIGO" DE REMBRANDT

El regreso del hijo pródigo es la representación pictórica de la parábola evangélica del hijo pródigo, en la cual el menor de dos hermanos, después de pedir a su padre la parte de la herencia que le correspondía y de haberla dilapidado llevando una vida disoluta, lejos del hogar, se presenta ante él arrepentido y recibe su amoroso perdón. El hermano mayor, quien llevaba una vida ejemplar al lado de su padre, reprende a éste por acoger al perdido de su hermano, quien además le brinda una cálida acogida recibiéndolo con los honores propios de un príncipe…
La exposición de ayer consistió en un análisis técnico del cuadro y sus elementos, pero yo aquí quisiera profundizar e ir un poco más allá de lo que capta la retina con una reflexión personal sobre la genial obra.

MI VISIÓN SOBRE EL CUADRO “EL REGRESO DEL HIJO PRÓDIGO” DE REMBRANDT
          Yo creo que en esta parábola donde Jesús plasmó el significado del perdón y la misericordia de un padre por excelencia, pretende mostrarnos las tres edades del hombre. ¿Cuántos serán, de los que viven inmersos en la locura y desenfreno propios de la mocedad, los que se vean representados en la figura del hijo menor?
A cierta edad, con la llegada de la madurez y atesorando ya cierta experiencia, ¿cuántos procurarán dar ejemplo a sus hijos con la misma postura de rectitud, justicia y equidad del hermano mayor, despreciando el mal ejemplo de otros “hijos menores” mientras evitan verse a sí mismos retratados, años atrás, durante esta irreflexiva etapa de sus vidas?
           Y la entrañable postura del padre, ese anciano curtido por los años, henchido de experiencia, quien ya ha pasado por las etapas anteriores y, tal vez por eso mismo, comprende y perdona el error sin condenarlo ni recurrir al castigo, y acoge con misericordia y amor sin perder el tiempo que le resta en discursos absurdos. Su mejor discurso en esta etapa final de su vida es, sin duda, su gesto, el que cala más hondo en ambos hijos que el más profuso sermón. Sobran las palabras.
HIJO MENOR: el hijo que marchó, despreciando a su padre al pedir su herencia aún en vida de éste, ha regresado arruinado, vestido con harapos como la miseria que deja atrás. Su personaje nos enseña que toda la gloria del mundo es gloria vana, pues todo lo dejó por ir en busca de esas cosas que acaban terminándose tarde o temprano: riqueza, fama, juventud… Sólo la sensatez lo ha devuelto al mundo real.
Este personaje me lleva a otra reflexión paralela: ¿a quién pertenecemos realmente, a Dios o al mundo? Considero a ésta una buena pregunta. Pues, nos guste o no, como el hijo pródigo terminaremos buscando ese abrazo, ese perdón y esa misericordia al final de nuestra vida por mucho que luchemos en pensar lo contrario.
HIJO MAYOR: representa la rectitud y la sensatez. La perfección y la formalidad. Muchos quieren verlo frío y distante, pero, ¿tal vez su postura en el cuadro no es la del que ha aprendido una lección? ¿Hubiera acogido él a su hermano de no vivir su padre? Ni de una forma ni de otra. ¿Nadie se ve reflejado en su personaje? ¿Alguna vez nos hemos comportado como jueces adoptando esta misma postura? Sin embargo, aprende de la postura de su padre, observa la sabiduría que le falta, los años aún no vividos. Su padre le enseña que ha llegado el momento de perdonar, no de juzgar, pues el castigo ya lo lleva el hijo menor a sus espaldas. Por su misma conducta ya recibió su merecido. Y el hijo mayor necesita del mismo abrazo que su hermano, pues él también se ha equivocado al juzgar a éste.
PADRE: conmovedora representación del amor incondicional. Representa la sabiduría y la experiencia. El padre concentra la mayor luminosidad del cuadro en representación de aquellas palabras: “Yo soy la luz del mundo para que nadie se pierda”. Y todo lo que concierne a la luz es Verdad, es Guía, es Perdón, es Experiencia, Misericordia y Amor.
Y como nota final, dar una escueta pincelada sobre la vida del genial artista: sólo decir que si se tienen en cuenta las desgracias que fue sumando a lo largo de su vida, quizás tenía necesidad de un abrazo de Dios como el de la parábola evangélica. Seguramente falleció teniendo delante la esperanza de esta misericordia.

sábado, 5 de mayo de 2012

ROSA SÁNCHEZ EN "DE CERCA" MAGACINE DE TV HORADADA


Amigos... es cierto, podéis creerme. Tenía entendido que la tele engorda entre 3 y 7 kg e, incluso, había oído que esta aseveración tenía su explicación: la cara y el cuello de los periodistas parecen mucho más gruesos en televisión al mostrarse en dos dimensiones de forma frontal. El estudio es de la Universidad de Liverpool que además afirma que afecta más a las mujeres que a los hombres y se acentúa más cuanto más cercano es el plano.
Y sí, así es, yo he comprobado personalmente que no se trata de un mito y, además, es en parte verdadero y en parte falso… pues la tele no engorda 3 ó 7 kilos, no: ¡engordas tú... y engordas más! Sólo tuve que verme en la entrevista que os presentaré a continuación para comprobarlo.
Es más, también tenía entendido que los focos se comen parte del maquillaje, para lo que hay que maquillarse a conciencia si no quieres salir pálida o amarillenta… pero os aseguro que los focos no se comen “parte” del maquillaje… ¡se lo comen todo! Si no, fijaros bien, quise ir a la entrevista de lo más natural: sólo con un pequeño retoque en los ojos y brillo de labios... y ha resultado que los focos, más que comerse el color, lo devora: puedes tener unos preciosos labios carnosos, bien perfilados y definidos, que te desaparecen como si de un truco de magia se tratara…
Y es cierto que la tele te transforma: te ves tan diferente que te sorprendes, es como si estuvieras viendo a otra persona y, si detectas haberte equivocado en algo, piensas: “uf, menos mal que nadie me va a reconocer…” Pero enseguida te das cuenta, cuando el teléfono empieza a sonar cada diez minutos, que te está viendo todo el mundo y todos han reparado en un detalle distinto... 
Pues sí, la tele te cambia de tal manera que un fabuloso pelo ondulado se convierte en un cabezón de rizos incontrolados que caen en cascada hacia todas partes, para lo que tienes que echar mano de una buena diadema si no quieres acabar cantando “AKUNA MATATA” ó “EL REY LEÓN” durante la entrevista en vez de centrarte en hablar de tu última novela...
Y no queda todo ahí, pues sin saber cómo, descubres que en plena entrevista se ha apoderado de ti lo que he autodenominado “el tic del directo”, que consiste en levantar una ceja como si de ella dependiera que el artesonado del plató se mantenga en su sitio… tic que desconocía tener, como así me lo han corroborado familiares y allegados.
Bueno, amigos, he disfrutado mucho escribiendo esta entrada, en “clave de humor” como a mí me gusta, y a la que le he querido dar un toquecillo personal tipo “Club de la Comedia” porque la exclusividad de la ocasión lo merece. En realidad, decir que participar en esta entrevista ha sido una de las experiencias más gratificantes que he tenido y aseguraros que pasé un rato fabuloso, único y entretenido al lado de una excelente profesional como es Vanessa de los Ríos.
Si queréis ver la entrevista pinchad en la fotografía de esta entrada y os enlazará a la página web de TV Horadada. Una vez allí, pinchad en el vídeo titulado: “De cerca 27-4-12” y espero que disfrutéis tanto como yo lo he hecho. ¡Gracias a todos, de corazón!

jueves, 3 de mayo de 2012

MI ÚLTIMO GRITO

¿A que no sabéis cuándo he proferido mi último grito? Pues hoy mismo, al conocer hasta qué punto puede llegar el ser humano...

Una de las cuatro versiones de "El Grito", la obra del artista noruego Edvard Munch y una de las más famosas piezas de arte del mundo, ha sido subastada. El precio ha batido todos los récords: se ha convertido en la obra más cara vendida jamás en una subasta al alcanzar casi 120 millones de dólares (91 millones de euros) durante una puja en la sede de Sotheby's en Nueva York en la que se recaudaron 330 millones de dólares (251 millones de euros).

La mejor "obra de arte" que existe en el mundo es el ser humano y, por desgracia, la que menos se valora. Son miles las personas que, en cualquier lugar del mundo, subsisten viviendo por debajo del umbral de la pobreza, sufriendo toda clase de carencias e, incluso, pasando hambre... Mientras este mundo no tiene arreglo porque QUIENES PUEDEN ARREGLARLO NO TIENEN CONCIENCIA.
Ahí dejo mi escueta reflexión de hoy.

sábado, 21 de abril de 2012

HOMENAJE A ESCRITORES LOCALES DE PILAR DE LA HORADADA


El 20 de abril me brindaron la oportunidad de estar en un acto excepcional y entrañable organizado por la Concejalía de Cultura de nuestro municipio. Homenaje presidido por nuestro alcalde, don Fidel Ros, donde experimenté el enorme placer de compartir con mis compañeros de “oficio” gran parte de la afición y el cariño por la literatura que todos sentimos muy adentro y que, con actos así, aflora por cada uno de nuestros poros. Reconocimiento que agradezco encarecidamente a los organizadores desde estas páginas y sobre el que me llena de orgullo escribir; por lo tanto, permitid que exprese mis sentimientos con más o menos rigor y exactitud.

Por primera vez, en la Casa de Cultura, nuestro amable y cordial concejal de Cultura, don Benjamín Fraile, inició el homenaje con una cuidada presentación de los dieciséis autores locales que conformábamos el acto, junto a una reseña sobre nuestras respectivas obras.

Los escritores homenajeados fuimos: José Toro; Francisco J. Sánchez Lizón; Miguel Delgado; Esperanza Carrasco; Gustavo Sánchez; Ana Pomares; Valerie Thunem; José Sánchez; Mª Pilar García; Carmen Álvarez; Carlos Martínez; Javier Pedrero; Juan Manuel Pérez; Amelia Pomares; Miguel Ángel Martínez Mañas y Rosa Sánchez, una servidora.

Y por nuestra parte, una breve lectura de algunas páginas de una obra de nuestra autoría, escogida al efecto, seguía a la presentación; recibiendo de manos de don Fidel, acto seguido y como colofón, un diploma que lleva implícito todo el cariño que nuestro municipio siente por la literatura y la cultura en general. Los autores que no pudieron acudir personalmente al acto por motivos de fuerza mayor, tuvieron la deferencia de enviar en su lugar a personas que los representaban.

Con ocasión de la conmemoración del día del libro, también se premió a los mayores lectores de la Biblioteca Pública Municipal: a Miguel Ángel Martínez en categoría adulta, y a Gloria Mª Tepán en la infantil.

Sí, allí estuvimos, abrigados por el calor de la amistad, entre sinceras muestras de cariño, apoyo y afecto que ponían de manifiesto que en esta profesión la cordialidad y el compañerismo es seña de identidad. Y pude comprobar que a todos los asistentes en general (público, políticos y escritores) nos mueve la misma pasión, el mismo entusiasmo y el mismo respeto por la literatura, puesto que el mundo de las letras tiene la particularidad de reunir y unir corazones en un bello y sentido palpitar.

En definitiva, una delicia de homenaje y una oportunidad para redescubrir el gran talento existente en este bello municipio. Una experiencia única, interesante y enriquecedora que se llevó a cabo de forma amena, cordial y satisfactoria y que nos hizo marchar con el corazón henchido por la grata experiencia y la esperanza de que algún día no muy lejano tengamos la oportunidad de volver a encontrarnos.

Amigos, como pasa en muchos oficios, el trabajo de escritor da muchas satisfacciones pero es algo sacrificado: muchas horas de práctica en soledad y mucho amor en cada línea podía servir como breve descripción. Ver valorado todo ese esfuerzo en un acto tan sentido y sincero, sencillamente… no tiene precio.

NOTICIA DEL ACTO: