jueves, 16 de mayo de 2013

'HUELLAS DE LUZ', DE ALBERTO GIL, VISITA ALICANTE


La librería de Pilar de la Horadada, El Baúl del Libro’
(C/ Mayor, 17), acoge este sábado día 18 de mayo, a las 12:00 h., al excelente escritor Alberto Gil en la presentación de su primer libro de relatos.

‘HUELLAS DE LUZ - Relatos de un ciego optimista y esperanzado para tiempos de crisis” es la ópera prima de Alberto Gil, un escritor de gran proyección cuya ceguera total no le detiene a la hora de cumplir sueños, superar obstáculos y lograr objetivos.

Alberto Gil ha nacido para dejar huellas imborrables. Ha nacido para ser luz, para transmitir valores, para servir de testimonio de fortaleza, tesón y superación.

El autor, que se pasea por el mundo haciendo gala de un sentido del humor y simpatía envidiables, fruto de su carácter alegre y sencillo, además de entretener como nadie, también se sube al carro de la solidaridad destinando íntegramente los beneficios de las ventas de su libro a la Fundación Alaine, una institución que ayuda a los niños más desfavorecidos.

Pilar de la Horadada, 15 de mayo. La librería “El Baúl del Libro” de Pilar de la Horadada acogerá, el próximo sábado día 18, la presentación de ‘Huellas de luz – Relatos de un ciego optimista para tiempos de crisis’, primer y exitoso libro de Alberto Gil.

Alberto Gil es natural de la localidad soriana de Fuentestrún. Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Zaragoza, actualmente es técnico de Biblioteca en la ONCE y coordina un taller de lectura para personas adultas invidentes en torno al braille. En la presentación tendremos el placer de disfrutar de uno de sus relatos leído en braille por boca del propio autor.

Huellas de Luz” se trata del primer libro de relatos –editado por VIVELIBRO– que el autor ha ido recopilando en su blog, Tiflohomero, lugar donde vierte sus entretenidos e interesantes cuentos y experiencias. Es una obra para todos los públicos a través de la cual el autor pretende transmitir valores en un acto de sensibilización dando a conocer el mundo de la discapacidad visual. Como no podía ser de otra manera, el libro también es una exaltación del compañerismo, el optimismo y la amistad.

Como cuenta el mismo autor: “Estos relatos son testimonio de aprendizaje constante, generosidad, amistad, amor y solidaridad. Pero también pasión. Pasión por la naturaleza, la lectura, los viajes, la magia y la sonrisa. Experiencias vividas bajo la óptica de la ceguera, ejemplos de que son muchos los motivos para tener la certeza de que la vida merece la pena ser vivida y disfrutada con ilusión, optimismo y esperanza.”

El acto, que dará comienzo a las 12.00 horas, se llevará a cabo con la colaboración de Rosa Sánchez, escritora local.

Y es que Alberto Gil ha querido hacer un guiño a los vecinos de Pilar de la Horadada y Orihuela, eligiendo estos dos bellos municipios para la promoción de su libro, muestra de su gran entusiasmo por la literatura, el mundo del arte en general, así como su afición de conocer lugares y con ellos a sus maravillosas gentes.

Además, el autor visitará el mismo día, a las 19:00 h., la Librería Códex de Orihuela (Plaza San Sebastián, 2), donde llevará a cabo otra presentación de ‘Huellas de luz’… ¿Te lo vas a perder?

lunes, 13 de mayo de 2013

LA PLENITUD DE LA MARIPOSA



            A propósito de la primavera, de su calidez, perfume y colorido... Existe un tipo de mariposa cuya vida entera dura sólo un día... ¡sólo uno! Al amanecer, nada más nacer, valerosa y frágil, explora el mundo que se abre en derredor con la ilusión y el entusiasmo de quien descubre las cosas por primera vez. Se sumerge en el néctar dulcísimo de las flores mientras se embriaga con su perfume. Se refresca en el rocío mañanero con el regocijo de una niña en una piscina de plástico: segura, alegre, confiada... Y ya, al medio día, como tierna adolescente, disfruta inundándose de sol y vida mientras, quizá, sueña con amores imposibles acompañándose de la suave melodía de su elegante batir de alas... Al atardecer, sin tiempo para descansar, se entrega al airoso baile que atraerá a la pareja soñada, cumpliendo muy suavemente con el ciclo vital de su existencia... Y al anochecer, envejecida ya por el paso del tiempo, se recoge en una esquina, feliz, recordando con satisfacción, convencida de que valió la pena vivir sólo para experimentar, para conocer, para compartir, para amar... En 24 horas concentra sus pasiones, su amor, sus juegos, sus desilusiones, sus esperanzas. Y al final… muere.

            Muchos pensarán que el ciclo de su vida es demasiado breve, demasiado efímero, volátil… injusto, pero, siendo así, seguro que para su ser cada minuto de su existencia mereció la pena ser vivido. Supongo que muchas personas, en toda su vida de muchos años, viven menos que una de esas mariposas en un día. Porque vivir no sólo es respirar, vivir es sentir. Es ayudar y aceptar ayuda, es amar y dejarse amar, es sentir y ser sentido... Viendo las cosas así, desde esta perspectiva, es cuando te das cuenta que no es la cantidad lo que importa, sino la calidad de lo vivido. Y que, de alguna forma, nuestra existencia también comenzó de la misma manera y puede terminar cualquier anochecer, el día menos pensado, en cualquier momento.

            A lo largo de nuestra vida conocemos a muchas personas sin ilusión, sin metas, sin un aliciente… sin vida. Todas caminan, hablan, observan... pero, ¿se encuentran realmente satisfechas con lo vivido? De todas formas, de nada sirve mirar hacia el pasado ni detenerse ahí. Ya nadie puede vivir en él. Sólo podemos vivir en el presente. Por eso muchos nostálgicos lo pasan mal al no parar de rememorar sucesos negativos del ayer. Es conveniente entregarse a la realidad, mirar hacia la realidad presente, procurando que la reminiscencia de épocas pasadas no intervenga en nuestra felicidad de hoy.

            Amigos, no es el tiempo que vivimos, sino cómo lo vivimos. No es lo que hacemos, sino el amor con que lo hacemos. Porque sin darnos cuenta los años van pasando mientras nos afanamos en cosas que no nos llenan, sin darnos, quizás, la oportunidad de experimentar un pequeño sueño como el que puede ser realizar un viaje o vivir cierta experiencia. O salir de una situación estancada que ni nos llena ni nos hace felices. ¿Por qué no?

            Pensad por un momento que si, como una de estas mariposas, fuéramos a morir al anochecer, ¿cuántas cosas que no hemos hecho al final de este día echaríamos de menos?.. ¿Cuántas cosas verdaderamente importantes nos daríamos cuenta que habríamos dejado de hacer?.. Cuánto tiempo veríamos perdido sin posibilidad ya de echarlo atrás. Visto así, no es tan injusto vivir sólo un día, sin más planes que disfrutar, dejarse llevar por esos prados verdes y ese cielo azul que embelesan la vista, y ese sol y ese viento que sonroja las mejillas…

Pues ahí lo dejo, amigos. Vivir, amar, soñar, compartir... y, sobre todo, perdonar. Para cuando llegue nuestro último día podamos partir, como la mariposa, felices, con la conciencia tranquila y la satisfacción de dejar la misión más que bien cumplida.