martes, 21 de julio de 2009

LA RUTA DE LAS ESTRELLAS


A los doce años empecé mi aventura literaria atrayéndome, principalmente, escribir rimas. Rimaba, al más puro estilo trovador, representando parodias de la vida real, chirigotas y, no os vayáis a pensar, hasta algunas cosas serias... Mi empeño por entretener y agradar agudizó mi amor por la literatura y me llevó a escribir dos libros de rimas que repartí entre familiares y amigos, y otros dos de literatura fantástica, de encuadernación casera, que se perdieron entre las dunas del tiempo...

Hoy, rememorando viejos tiempos con la misma ilusión e inquietudes, con motivo de mi inminente viaje al Camino de Santiago os dedico estas sencillas rimas (que más bien llamaría "ripios") hasta mi vuelta, prevista, D.M., para principios de agosto.

Sed muy felices y no dudéis de que habrá alguien que se acordará de todos vosotros, amigos de este blog, (de quienes dejáis comentarios y de quienes pasáis sin dejar huella pero con la misma amabilidad y atención: sé quien sois), con especial cariño y afecto. Un fuerte abrazo y hasta muy pronto. Gracias infinitas por estar ahí.



La Ruta de las Estrellas,
o el Camino de Santiago.
Para allá voy sin prisa,
cruzando sendas y lagos,
por caminos de montaña
y pueblos encrucijados,
pisando conchas y ramas,
y sueños dentro del saco.

Oraciones me acompañan
que evocan tiempos lejanos.
Recuerdos y reflexiones
por el camino empedrado.
Mi sombra es la compañía;
mi enemigo: el cansancio.
El ánimo hace de guía,
voy donde quieran mis pasos.

Beberé agua de los ríos,
miraré el cielo estrellado.
Sentiré el calor peregrino
al llegar a lo más alto
de la Ruta de las Estrellas
o el Camino de Santiago.

lunes, 20 de julio de 2009

EL SENTIDO DE LA VIDA


Hace tiempo que hallé el sentido de la vida; hoy resumido en una frase de Wayne W. Dyer. Es la solución a todos los problemas. El único camino que nos conduce a la Verdad. La única senda por la que deberíamos transitar. Nuestra única meta. Nuestro destino final... La clave de Todo se encierra en esta frase:


"Cualquiera que sea la pregunta: AMOR es la respuesta".

viernes, 17 de julio de 2009

VIVIR MOTIVADOS, VIVIR CON ILUSIÓN

¿Se puede vivir sin ilusión? Esta pregunta me asaltó el otro día sorprendiéndome a mí misma mientras, visiblemente emocionada, sacaba unas entradas para ver la última de Harry Potter. Si tengo que dar una respuesta sincera diría que es obvio que sí, que efectivamente se puede vivir sin ilusión; pero esta forma de vivir no aporta el bienestar ni la satisfacción que supone, por ejemplo, llevar a cabo ese proyecto que nace fruto de una afición personal.
Si el ser humano pierde la innata capacidad de ilusionarse desaprovecha, entre otras muchas cosas importantes, la oportunidad de motivarse y el interés por lo que le rodea, afectando este hecho a muchos aspectos de su vida. No olvidemos que el secreto de la felicidad en los niños es, precisamente, este: crear una atmósfera cómoda y habitable donde desarrollar su imaginación y creatividad. Los niños sueñan, llegan lejos con la imaginación, viven en mundos imaginarios y hasta inventan amigos con quienes comparten juegos y en quienes reflejan su ideal de amistad. Por eso vivir con ilusiones es crear un espacio combinable con nuestras actividades diarias donde vivir cómodamente, en comunión con uno mismo, sin aislarse pero distanciándose de todo aquello que resquebraja el ánimo y nos arroja a la inactividad o a la rutina.
Vivir con ilusión es trabajar por ver realizado ese sueño que durante un tiempo estuvo en nuestra mente y en el que posiblemente hemos puesto todo nuestro esfuerzo, entusiasmo y entrega. Vivir ilusionado es tener un objetivo por alcanzar, un anhelo por complacer. Así mismo el término ilusión es sinónimo de palabras tan positivas como: ánimo, objetivo, aspiración, intento, deseo, ocupación y plenitud, por citar algunos. Es necesario vivir con ilusión: ya sea por leer un libro, ver una película o realizar un pequeño viaje. Hace poco os hablaba que la felicidad era una actitud ante la vida. Y así es. Cada uno decidimos cómo nos irá al cabo del día, cómo deseamos tomarnos las cosas; aunque nos irá mejor si ocupamos nuestra mente con la atractiva empresa de hacer aquello que nos agrada verdaderamente. La persona necesita estímulos, tener intereses, verse animado por algo que dé mayor sentido a su vida o, sencillamente, levantarse cada mañana con una meta por realizar y pensamientos agradables y positivos.
Todo el mundo puede vivir con ilusión independientemente de la edad que tenga. Si nos autoanalizamos comprobaremos qué nos motiva, para qué tenemos habilidad y disposición, y qué actividad puede aportarnos mayor fortaleza e ilusión. Muchos escritores lo son, por ejemplo, porque disfrutan escribiendo y muy probablemente porque el ambiente que les rodea es propicio para tal actividad, cuenta con elementos de motivación suficientes para escribir y de esta manera se sienten felices y realizados.
Ahora bien, distingamos entre vivir con ilusión y vivir de ilusiones. Quien vive con ilusión, como narraba anteriormente, ve motivada su existencia porque sus deseos se basan en cosas realizables, viables y sencillas. Por el contrario, quien vive de ilusiones puede acabar desengañándose de la situación irreal, fantástica e inalcanzable que se ha ido creando mentalmente y que tan sólo puede aportarle ansiedad, sensación de fracaso o depresión. Por eso es tan importante hacer distinciones entre una cosa y la otra.
Puedo aseguraros que quien os escribe es feliz porque tiene ilusiones y porque vosotros, quienes me leéis en este momento, sois la razón por la que cada día analizo y reflexiono sobre el mundo que nos rodea para transformar todas esas inquietudes y razonamientos en una amalgama de sentidas y afectuosas palabras.
Os deseo a todos un verano propicio, colmado de momentos felices en los que realizar y vivir cada una de vuestras pequeñas ilusiones cotidianas. Y también os dedico la frase de Víctor Hugo que mejor se adapta al concepto de ilusión que quería mostraros. Dice así: “El alma tiene ilusiones como el pájaro tiene alas: es lo que la sostiene”. Sed felices.

miércoles, 15 de julio de 2009

FELICIDAD: VALORAR + AGRADECER + COMPARTIR

El fin de semana pasado estuve en una reunión familiar donde esta soñadora amiga vuestra no se le ocurrió mayor dilema que sacar a conversación el tema de la FELICIDAD.
Veréis, todo vino a raíz de un comentario. Equivocadamente creemos que la felicidad se halla a través del dinero, convirtiendo a éste en el fin de nuestra vida cuando sólo se trata de un medio.
Para algunas personas otra meta por alcanzar para conseguir la ansiada FELICIDAD podría llevar por título "si me tocara la lotería". Este es un tema donde todos sacamos a relucir nuestros sueños más inalcanzables confiando, creyendo y haciendo creer que será la caja de pandora de nuestra felicidad: coches de último modelo, casas de fantasía, etc, etc
No nos engañemos, si esperamos que la felicidad llegue a través de un acontecimiento tan improbable como inverosímil: ¿cuándo seremos felices?
Pese a toda contradicción, sé muy bien que la felicidad estaba allí, en torno nuestro, en aquel mismo instante, en aquel cálido y armonioso ambiente donde nos habíamos reunido para compartir, para amar, para celebrar.

Mirad, es evidente que a lo largo de nuestra vida nos encontramos con momentos felices y otros que no lo son tanto. A veces nos sentimos embargados por una dicha inmensa, y otras veces la tristeza parece poder bloquear nuestros sentidos. Y hasta parece que vivimos la vida con continuos altibajos: las vacaciones son motivos de alegría... pero se acaban pronto; los hijos llegan con un pan bajo el brazo... pero suelen crecer acarreando problemas; alcanzamos la madurez con plenitud... pero vivimos con desánimo nuestra vejez... Por eso, muchos se preguntarán: ¿qué es entonces la felicidad?.. ¿Dónde se halla?.. ¿Es un concepto tan ansiado como efímero?..
Hasta he escuchado muchas veces que la felicidad no existe, sólo algunos momentos felices.
La felicidad es una actitud ante la vida. Hoy yo quisiera resumir compartiendo con vosotros mi fórmula personal de felicidad:


FELICIDAD= VALORAR + AGRADECER + COMPARTIR

-Valorar lo que tenemos.
-Agradecer el haberlo conseguido.
-Compartir. Compartiendo la felicidad, ésta se contagia, propaga y multiplica.

Para concluir: unas frases.
Las siguientes frases las encontré en mi búsqueda de breves definiciones de "felicidad" que mejor se acomodaran al verdadero concepto de felicidad.
Deseo que os gusten. ¡¡Sed felices!!

-El verdadero secreto de la felicidad consiste en exigir mucho de sí mismo y muy poco de los otros.

-La felicidad es tanto mayor cuanto menos la advertimos.

-El bien de la humanidad debe consistir en que cada uno goce al máximo de la felicidad que pueda, sin disminuir la felicidad de los demás.

-La sociedad debe juzgarse por su capacidad para hacer que la gente sea feliz.

-Si quieres comprender la palabra felicidad, tienes que entenderla como recompensa y no como fin.

-La verdadera felicidad consiste en hacer el bien.

-Sólo hay felicidad donde hay virtud y esfuerzo serio, pues la vida no es un juego.

-La felicidad humana generalmente no se logra con grandes golpes de suerte, que pueden ocurrir pocas veces, sino con pequeñas cosas que ocurren todos los días.

-Esperar una felicidad demasiado grande es un obstáculo para la felicidad.

-El hombre feliz es el que vive objetivamente, el que es libre en sus afectos y tiene amplios intereses, el que se asegura la felicidad por medio de estos intereses y afectos que, a su vez, le convierten a él en objeto de interés y el afecto de otros muchos.

-La felicidad es un artículo maravilloso: cuanto más se da, más le queda a uno.

-Estando siempre dispuestos a ser felices, es inevitable no serlo alguna vez.

-La felicidad es una estación de parada entre lo poco y lo demasiado.

-Queremos ser más felices que los demás, y eso es dificilísimo, porque siempre les imaginamos mucho más felices de lo que son en realidad.

-La felicidad está más con el pobre que considera que tiene bastante que con el rico, que nunca cree que tiene bastante.

-Quien busca la felicidad fuera de sí es como un caracol que caminara en busca de su casa.

-El hombre más feliz es el que hace la felicidad del mayor número de sus semejantes.

-No está la felicidad en vivir, sino en saber vivir.

-La felicidad no consiste en adquirir y gozar, sino en no desear nada, pues consiste en ser libre.

-La felicidad consiste principalmente en conformarse con la suerte; es querer ser lo que uno es.

-¿Crees que no eres feliz? No eres infeliz: estás distraído. Mira a tu alrededor y te convencerás.

domingo, 12 de julio de 2009

REINSERCIÓN Y ALGO MÁS

En muchas ocasiones nos enteramos de casos en los que personas de mala conducta a las que se ha intentado reinsertar en la sociedad no han sabido adaptarse volviendo a delinquir al poco tiempo.
Pero, ¿esto es verdaderamente así?
Pensemos por un momento si la estancia más o menos prolongada en una cárcel es el “remedio” más eficiente para que, por ejemplo, un pobre sin recursos deje de robar o un toxicómano, rehabilitado o no, no vuelva a recaer.

¿No haría falta hacer algo más por ellos?
Este es el principal problema por el que tantas personas, después de cumplir con la totalidad de la pena impuesta con la privación de su libertad, vuelvan a recaer: la miseria, la desesperanza y, también, la falta de atención y medios de desarrollo.
Echar al toxicómano o al pobre del ejemplo a la calle, no es sino una forma de desentendernos de él. Se le ha fichado, ha cumplido, se le devuelve la libertad… ¿y nada más? Está claro que sería imposible hacer un seguimiento diario para supervisar los ambientes que frecuenta, la clase de tabaco que fuma, etc. pero la reinserción, para ser una reinserción total y eficaz debería complementarse con la asistencia o el internamiento en centros especializados a través de los cuales se le reinserte de verdad, con programas y métodos donde se estudie la situación de la persona así como sus circunstancias personales: como cuál será la vivienda donde el libertado desarrollará su vida, o el trabajo que desde ese momento en adelante dependerá de su subsistencia y, quién sabe, también la de su familia.
Pero, pensemos en otro problema añadido: ¿usted contrataría a un ex presidiario en su negocio o empresa?
Un error muy común que cometemos a menudo es que vemos al hombre de forma parcial. Deberíamos saber que tan importante es reinsertar el “cuerpo” como tratar el espíritu y la moral de la persona. Si no tenemos en cuenta al hombre como totalidad y unidad cuerpo-espíritu ninguna reinserción será total. Si no nos preocupamos por su bienestar económico-social la reinserción no será eficaz.

Si deseamos de corazón que no vuelva a delinquir preocupémonos por él (o ella) en todos los aspectos que conforman su vida o la reinserción tendrá que esperar a una nueva madre Teresa o a un nuevo Vicente Ferrer.
Somos la suma de todos.

viernes, 10 de julio de 2009

LA BELLEZA HECHA HOMBRE



En este vídeo he descubierto la belleza personificada, la verdadera, la belleza que va en aumento porque está basada en el amor al prójimo. La única belleza que me interesa y que busco sin cesar.
Deseo que disfrutéis de Vicente Ferrer tanto como lo he hecho yo.

martes, 7 de julio de 2009

CORAZÓN DE TINTA

Tratando de escapar del trasiego veraniego, del empalago arenoso de las playas y de los refrescantes y agradables chapuzones en la piscina, fui a ver "CORAZÓN DE TINTA" no muy convencida por la variedad de la cartelera y os confieso que me cautivó su argumento.

Un hombre con el extraño don de dar vida a personajes de libro tan sólo con leer un escueto episodio; unos incontrolables personajes haciendo de las suyas en un mundo real del que no quieren salir; una amenaza tratando de cernerse en torno a todos gracias a la maldad y el egoísmo de uno de esos personajes... y el desconcertado autor del libro en cuestión, atónito ante la monstruosidad de unos personajes que un día creó inocentemente desde la tranquilidad de su escritorio, y que, en la realidad, pretenden dominar el mundo...

En definitiva, una historia donde los más pequeños aprenden a amar la lectura y disfrutan sumergiéndose en un cuento de hadas contemporáneo, mientras los mayores regresamos al mundo de fantasía del que nunca debimos salir.
Me pregunto si Dios tendrá una visión parecida de nosotros al ver que este mundo, que hemos hecho ingobernable por la avaricia y el egoísmo humano, crece en desesperación y mengua en humanidad.

Y a veces, dando rienda suelta a mi imaginación, pienso que puedo crear una historia ideal, parecida a la de ficción pero donde todos seamos protagonistas, excelentes personas, y que vivamos en perfecta armonía, unión y hermandad. Crear un mundo donde nadie pase hambre, nadie esté desatendido, un mundo donde palabras como "guerra", "armas", "hambre" o "miseria" sean tan sólo palabras de museo. Una historia perfecta donde el verdadero amor rompa todas las barreras y desigualdades que hemos ido creando, donde todas las personas seamos iguales y las ideologías sólo sirvan para conversar amablemente... Y que alguien con ese extraño don del que trata la película con sólo leerla dé vida a la historia.
¡Qué ilusa parezco! Si todo un Dios, creador de todo, nos hizo libres y le fallamos... ¿cómo una simple escritora puede cambiar la historia de la humanidad a través de un libro? Nuestra historia, la historia de la humanidad, es esa historia que parece estar escrita con sangre y no, como toda historia que se precie: con corazón de tinta.

domingo, 5 de julio de 2009

ORGULLO GAY

Hace poco tiempo fue el día del orgullo gay. Lejos de las extrañas representaciones de las que algunas personas hacen gala ese día, quería compartir con vosotros un sentimiento de apoyo y solidaridad con estas personas.
No todos los gays y lesbianas se identifican con la imagen que unos cuantos desean dar ese día. No todos los gays y lesbianas pretenden llamar la atención, pues muchos quisieran pasar desapercibidos.

No todos los gays y lesbianas desean "vengarse" del tiempo que anduvieron escondidos, perseguidos o encarcelados. Simplemente quieren vivir, que se les deje en paz.

No todos los gayas y lesbianas tienen una vida desordenada donde el vicio y la corrupción es la orden imperante.

No todos los gays y lesbianas viven cómodamente en una sociedad que les señala y murmura cuando al mínimo descuido se dan la mano en público o muestran parte del sincero afecto que se profesan entre ell@s. No.

Por todo esto me pregunto:

¿Quién se atreve a poner límites al amor?
¿Quién se atreve a asegurar que ese amor, ese cariño, ese afecto no es verdadero y el suyo propio sí?
¿Quien se atreve a aseverar que ser gay o lesbiana es una enfermedad de la que hay que curarse?
¿Quién dijo que la finalidad de toda unión es procrear?
A mis amigos gays o lesbianas quiero mandarles un abrazo sincero y un mensaje de esperanza:
"Amig@s, no penséis que Dios os da la espalda. Dios no tiene culpa del comportamiento y las interpretaciones que se hacen de él. Él ama a todas sus criaturas, todas son bienvenidas, todas tienen derecho a su amor.
Querid@ amig@, a Dios no le importa tu orientación sexual: para Él eres únic@ e irremplazable. Ni siquiera le interesa tu sexo: te acepta y valora como eres. Es más, hoy quiere mandarte un mensaje de tranquilidad: quiere verte feliz y desea que dediques toda tu energía ayudando a todo aquel que te necesite, porque él está dentro y fuera de cada ser. Eso es lo verdadero, lo más importante.
Si tuviéramos una idea de la inmensidad de Dios, de la grandeza del universo, dejaríamos a un lado nuestras constantes críticas y nuestros insignificantes problemillas.
Amig@: sé feliz. Y lo primero que hay que hacer para ser feliz es aceptarte tal y como eres. Hay que ser felices para hacer felices a quienes nos rodean. Para expresar el amor de Dios con plenitud. Porque quien mejor representa a Dios es quien tiene UN ROSTRO ALEGRE Y UN CORAZÓN REBOSANTE DE AMOR. Deja ya de cuestionarte sobre lo que pensarán unos y otros. A Dios sólo le importa que seas feliz para que te conviertes en su instrumento. Aprende a aceptarte. Te deseo, de corazón, que todo te vaya bien".

jueves, 2 de julio de 2009

OJOS QUE NO VEN...

Esta es una de esas historias con sabor agridulce. El último día de clase, reunidas con la profesora para conversar sobre los objetivos superados por los alumnos durante el concluido curso escolar, mandamos a los niños al patio para que la reunión se llevara a cabo con la mayor tranquilidad posible. Una vez que hubimos terminado nos dispusimos a recogerlos, satisfechas con las referencias de la maestra y la limpieza de sus trabajos.
Fue entonces, mientras Miriam venía hacía mí con la ilusión de quedarse con el pajarillo alicaído, desfallecido y enfermizo, que llevaba entre sus manos.
-¿Puedo quedármelo?.. ¡Sí, sí, por favor!... –expuso, como siempre, sin darme tregua a considerar lo contrario.
(Las otras madres y la profesora me miraban en silencio).
-Miriam, tenemos un gato… ¡No son compatibles!
-Sí, mamá, por favor... Si hasta le he puesto nombre y todo: se llama “Rosita”.
(Las atentas espectadoras sonrieron ante la ocurrencia).
-¿Rosita? Podías haberle puesto otro nombre… No sé, por ejemplo… ¡“Pumuki”!
-Ya, mamá, pero no puede quedarse aquí solita, en el patio, sus padres no están…
-¿Y qué vas a hacer con el gato, Miriam? –pregunta la profesora.
-¡Ah, no pasa nada! –contesta con desparpajo y soltura-: No sale de la cocina, y si está en el balcón, tampoco sale del balcón…
(La profesora se queda pensativa).
-¿Y qué hacéis para que no salga?.. ¿ Le decís: “De aquí hacia fuera no se sale”?..
(Risas de fondo).
-No. Simplemente, cerramos la puerta –expone Miriam con naturalidad.
(Más risas y el rostro de la profesora se enrojece ante la respuesta. Por lo visto, no había caído antes).
-Venga, mamá… ¡También podemos comprarle una jaula!
“Morirá pronto” –pensé cariacontecida-. “Su vida será breve y Miriam sufrirá”.
-Bueno, nos lo quedamos… De todas formas, yo en tu lugar hubiera hecho lo mismo.
En aquel momento pasaron por mi mente un sin fin de animales a los que di cristiana sepultura con la pesadumbre de haberlos visto morir.
“¡Pobre Miriam! –pensé de camino a casa mientras observaba en silencio su expresión de júbilo y al maltrecho animal inmóvil y desplumado-. No sabe que existe la muerte hasta para el más entrañable de los seres”.
-¡Ya somos uno más en la familia! –exclamaba mi hija observando al corazón alado con entusiasmo.
Mientras caminábamos se volvió varias veces hacía mi para mirarme y descubrí mi propio reflejo en sus ojos… ¿Cómo iba a desentenderme del animal dejándolo morir en el patio de un colegio desierto? Miriam actuaba según los latidos de su corazón… y lo mejor, sin experimentar tristeza, pues no conoce lo peor de todo: que todo tiene final. Ése debe ser el secreto de los niños, el secreto de su plena felicidad…
Entonces fue cuando logré la siguiente reflexión: a veces las personas preferimos “no ver” para no sentirnos obligados a actuar, a tomar decisiones, a sufrir…
“Rosita” o “Pumuki” murió al cuarto día. Afortunadamente mientras Miriam echaba la siesta por lo que no lo vio ni aterido ni patas arriba. ¿Cuántos animales, en cuántos patios de cuántos colegios, se encontrarán en la misma situación? Estoy segura que éste percibió el cariño de su amiga por cuatro días.
¡Qué razón tenía quien dijo: “ojos que no ven…”! Porque realmente, para vergüenza nuestra, lo que nos pasa es eso: que no queremos ver. A nuestro alrededor, pequeño o grande, siempre ha habido, hay y habrá quien necesita de nosotros.
Amigos, siento la tristeza que acompaña al tema de hoy, pero ya os lo advertí: esta es una de esas historias con sabor agridulce.