lunes, 27 de diciembre de 2010

MÁS ALLÁ DE LA LUZ

RENÉ MEY

Francés, humanista, hombre de paz, sabio, sin ninguna afiliación política o religiosa. Nació vidente, puede ver y sentir la presencia de SERES DE LUZ que siempre lo acompañan y guían. Se mantuvo en meditación profunda durante ocho años contínuos con la asesoría de SERES DE LUZ, sin que su cuerpo físico sintiera las necesidades básicas (dormir, comer, etc.). Con su elevado desarrollo espiritual ha logrado adquirir facultades que le permiten ayudar a las personas a resolver todo tipo de problemas y a SANARLAS, en ocasiones hasta de enfermedades incurables. Ha dedicado muchos años de su vida a la labor humanitaria, visitando hospitales, orfelinatos, cárceles, para ayudar y sanar.

En Agosto del 2007, llega a México con el fin de ayudar a que el país cumpla su misión y pueda llegar a ser un ejemplo de amor para el mundo, ayudándonos entre nosotros para dar el primer paso hacia el despertar de "La Nueva Inteligencia del Corazón". Actualmente él y su equipo de terapeutas voluntarios han abierto más de 500 Centros Humanitarios alrededor de toda la República Mexicana que atienden gratuitamente alrededor de 17 mil personas al mes. Así mismo, se han abierto 8 Clínicas con médicos alópatas certificados y medicamentos gratuitos.
Todos los eventos de René Mey son gratuitos.
http://www.centrosmey.260mb.com/index.html

miércoles, 22 de diciembre de 2010

¡FELICES FIESTAS A TOD@S!



¡Felices fiestas, amig@s! Que paséis estas fiestas en familia, en armonía, con amor y, sobre todo, humor.
Un abrazo.

jueves, 16 de diciembre de 2010

NO INTERESA QUE LA VERDAD SALGA A LA LUZ

http://www.eoi.es/mediateca/?videoid=308

Una interesante y educativa reflexión sobre la crisis, la situación actual, el dinero, la conciencia y el poder de cada individuo para cambiar el mundo, entre otros asuntos...
Considero importante que se conozca su perspectiva.

lunes, 13 de diciembre de 2010

LA PIEDRA PRECIOSA

Un peregrino se quedó a pasar la noche debajo de un árbol, en un bosque cercano al pueblo. De pronto, oyó que alguien le gritaba:
— ¡La piedra! ¡La piedra! Dame la piedra preciosa, peregrino.

El peregrino se levantó, se acercó al hombre y le dijo:
— ¿Qué piedra quieres, hermano?
— La noche pasada — le contó éste con voz agitada —, tuve un sueño en el que se me reveló que, si venía aquí esta noche, encontraría a un peregrino que me daría una piedra preciosa y me haría rico para siempre.

El peregrino hurgó en su bolsa y le dio la piedra diciendo:
— La encontré cerca del río. Puedes quedarte con ella.

El desconocido tomó la piedra y se marchó a su casa. Al llegar, abrió su mano, contempló el regalo y vio que era un enorme diamante. No pudo dormir durante toda la noche. Se levantó al alba, volvió al lugar donde había dejado a su benefactor y le dijo:
— Dame, por favor, la GENEROSIDAD que te permite desprenderte con tanta facilidad de un diamante.

(Cuento de la tradición hindú)

sábado, 4 de diciembre de 2010

LO QUE DESTACARÍA DE VICENTE FERRER...

Cuando me enteré que la Fundación Vicente Ferrer había presentado una candidatura para optar al Premio Nobel de la Paz no lo dudé: una labor como la de Vicente Ferrer en la India no necesita reconocimientos, ni estatuillas inútiles ni medallitas al mérito, ya que los largos 40 años de revolución silenciosa que Vicente llevó en la India habla por sí sola. Lo que necesita es justamente lo que están haciendo sus miembros y muchos cooperantes, seguir recabando apoyo social para que lo que comenzó como el sueño de un hombre que había despertado a la realidad tenga una feliz continuidad.
Ahora bien, recientemente he visto un reportaje sobre la situación actual de la Fundación Vicente Ferrer, que continúa fiel y exitosamente la obra de su fundador, y no he podido resistirme. Tengo que hablar sobre ello.
Vicente Ferrer (¿qué se puede escribir sobre él que ya no se haya escrito?) es un referente, además de dedicación, de amor, entrega y solidaridad, de respeto y coherencia.

¿Por qué digo respeto y coherencia?

Porque es lo que más me ha llamado la atención de su figura: un buen día llegó a un lugar lejano, un lugar donde le necesitaban y donde se quedó como uno más, respetando las tradiciones de los nativos, respetando sus costumbres y creencias.
Llegó para hacer un cambio, sí, pero no a nivel religioso-cultural. El cambio se tradujo en grandes y necesarias mejoras para una vida digna: pozos, escuelas, centros médicos… No juzgó a aquel pueblo. No trató de imponer sus puntos de vista ni creencias. No entró en la India como los españoles entraron en América, arrogantemente, creyéndose los amos del mundo y sometiendo, cambiando las creencias existentes por las propias. Aquellos conquistados, hoy día, se lamentan al recordar la historia, se estremecen al pensar que llegamos y les hicimos creer en cosas como que la mujer venía de la costilla de Adán, en vez de lo que ellos, en su sencillez creían: que es el hombre el que viene del vientre de la mujer. No era Vicente de esa clase de personas, no. Su intención era, simplemente, ser un hombre coherente, fiel a su conciencia.

Vicente tuvo un sueño: vio que de la pobreza se salía trabajando, con esperanza y constancia, y dejó de dar misa. E hizo su sueño realidad. No faltaron los problemas, pero no abandonó. Su espíritu de lucha le instó a seguir adelante.
Gracias a las importantes decisiones que tomó en su día, y gracias a su matrimonio con la dulce Anna, hoy en día su sueño tiene más futuro que nunca de la mano de su sucesor: su propio hijo.
No olvidemos que si la fundación sigue ahí, creciendo en prosperidad, es gracias a un hombre, a su familia y a las ayudas que reciben: tanto de personas anónimas, como por parte de socios, como de otro tipo de entidades.

“La recompensa está en la acción”

Esta frase podría ser de Vicente. Que su fundación gane o no un premio Nobel, sencillamente, no le resta valor ni importancia a su obra. Lo que hace falta es que no falte quien colabore con quienes trabajan por el bienestar y la igualdad de los pueblos. ¿Te apuntas?

http://www.fundacionvicenteferrer.org/es/actua