viernes, 16 de octubre de 2009

ELIGE BIEN QUIÉN TE GUÍA II

Por nuestra sociedad actual circulan tantos bulos, tantos falsos rumores, tantas noticias manipuladas, tantas verdades “a medias” por cine y televisión, que parece mentira que con tanta basura mental podamos llegar hacia algún lado.
Y si nos paramos a pensar en las atrocidades que se cometen en el mundo industrializado en nombre del progreso y de muchas otras asociaciones y entidades con o sin ánimo de lucro, de seguro que no dejaríamos títere con cabeza.
Respecto a la fe, una cantidad abrumadora de falsas creencias, supersticiones y enredos mentales se trasmiten de unos a otros desprotegiendo al sector más débil de población: los jóvenes. Y el caldo de cultivo de estas "corrientes" se encuentra, principalmente, en la Red.
Bajo este punto de vista lo normal sería preguntarnos: ¿nos acercaremos algún día a la verdad que encierra cada cosa? ¿Imperará, en conclusión, la madurez y el sentido común?

Hace poco os hablaba de los “maestros” más allá del plano espiritual de la palabra: hacía referencia a aquellas personas que nos sirven de modelo y apoyo. Hoy quisiera hacer una reflexión sobre los modelos que siguen los jóvenes de esta sociedad.
Muchas personas, sobre todo adolescentes, viven influenciados por las modas sociales, siguen el comportamiento de amigos, familiares y personas de su entorno, toman como modelos a personajes del cine, la televisión o el mundo de la música sin que nadie ni nada les detenga a pensar si realmente estos modelos a seguir son realmente los idóneos. Personajes como la cantante Amy Winehouse, por citar un ejemplo, quien bebe descontroladamente en los conciertos y lleva una vida de lo más desordenada entre clínicas de desintoxicación y recaídas, es célebre entre cientos de jóvenes fans y seguidores que se sienten atraídos a imitar el estilo de vida de su aclamado ídolo.
Ya va llegando la hora en la que el ser humano despierte de su letargo, sea dueño de su vida, responsable de sus actos y libre a la hora de elegir el camino a recorrer. Pero sin obviar un detalle: el primer patrón a seguir debe ser la familia, responsable de la educación y trasmisora de valores. La primera escuela empieza en casa. No dejemos que a nuestros hijos los eduque la sociedad en la que vivimos.

3 comentarios:

  1. Hasta los cantantes son profetas:
    "The answer is in the wind"

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  2. Rosa vengo de Tiflohomero, para conocer tu blog y volveré seguido-seguro... Tienes razón en cuanto a que los modelos a imitar por la juventud de hoy son, generalmente, deshechos de una sociedad que ha perdido muchos de sus valores ; desgraciadamente el poner coto a ésto, llevará mucho más tiempo de lo que se tardó en destruir lo que durante generaciones fue norma aceptada.
    Sigo esperanzada de que aún sea reversible.

    Besito volado.

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  3. Es un asunto delicado el que planteas, Rosa. Tienes razón que una educación familiar adecuada con unos valores sólidos son fundamentales para que no ocurra lo que comentas pero los jóvenes no pueden vivir en una burbuja, salen a la calle, se relacionan con otros jóvenes y reciben influencias de todo tipo. Muchos no tienen la personalidad necesaria y se dejan influir, y otros, los que han recibido una educación familiar, saben distinguir lo que está bien o mal.

    Sin embargo no todo es blanco o negro; también ocurre que muchos jóvenes se dejan arrastrar por los demás con tal de no ser excluidos del grupo. El asunto es complicado, porque la tendencia hoy día es ir por caminos poco recomendables. Y queramos o no, los jóvenes se tienen que relacionar entre sí, así que hay que elegir bien las compañías...

    Y otro problema es mitificar a un artista o ídolo y seguir sus pasos, no siempre correctos, lo cual nos llevaría por el mal camino. Se puede admirar el trabajo de un cantante o actor, pero separando muy bien lo que pueda hacer en su vida privada, como el ejemplo que nos ponía Rosa.

    Un saludo

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