miércoles, 15 de septiembre de 2010

CUIDADOS PALIATIVOS versus EUTANASIA

Frases seleccionadas del revelador libro LA MUERTE, UN AMANECER de Elisabeth Kübler-Ross, una mujer que no creía en la muerte pese a pasar varias décadas al lado de moribundos.
Magníficas reflexiones que invitan a decir NO a la EUTANASIA mientras orientan al ser humano hacia una dirección digna y acertada ante una enfermedad incurable: los cuidados paliativos.

"Los cuidados paliativos son aquellas atenciones que se dan a un paciente con una enfermedad potencialmente mortal, en fase avanzada y al que no afectan los tratamientos curativos.”

Los cuidados paliativos y por extensión los equipos de cuidados paliativos:

- Proporcionan alivio al dolor y a otros síntomas;
- Defienden la vida (son “vitalistas”) pero contemplan la muerte como un proceso natural;
- No intentan acelerar ni posponer el fallecimiento;
- Incorporan los aspectos psicológico y espiritual en la atención al paciente;
- Proporcionan un apoyo para ayudar a los pacientes a mantener hasta el fallecimiento, dentro de sus limitaciones, el mayor nivel de actividad;
- Ofrecen su ayuda a la familia a lo largo del proceso de la enfermedad y, luego, en el duelo;
- Trabajan en equipo para resolver el conjunto de necesidades del paciente y de sus familiares incluido, cuando es preciso, el apoyo en el duelo;
- No sólo pretenden mejorar la calidad de vida, sino que pueden influir también de manera positiva en el curso de la enfermedad;
- Se pueden aplicar de manera temprana en la evolución de la enfermedad asociados a otros tratamientos como la quimioterapia y la radioterapia, dirigidos a prolongar la supervivencia, y abarcan también los estudios encaminados a comprender y a tratar de manera más adecuada las complicaciones que puedan afectar al paciente."


FRASES DE ELISABETH KÜBLER-ROSS

“El mayor regalo que Dios haya hecho a los hombres es el del libre albedrío. Y de todos los seres vivientes el único que goza de este libre albedrío es el hombre. Vosotros tenéis, por tanto, la posibilidad de elegir la forma de utilizar esas energías, sea de modo positivo o negativo.”

“Mucha gente abandona su cuerpo en el transcurso de una intervención quirúrgica y observa, efectivamente, dicha intervención. Todos los médicos y enfermeras deben tener conciencia de este hecho. Eso quiere decir que en la proximidad de una persona inconsciente no se debe hablar más que de cosas que esta persona pueda escuchar, sea cual fuere su estado. Es triste lo que a veces se dice en presencia de enfermos inconscientes, cuando estos pueden oírlo todo.”

“Ningún ser humano puede morir solo.”

“En general sois esperados por la persona a la que más amáis. Siempre la encontrareis en primer lugar.”

“Lo que la Iglesia enseña a los niños pequeños sobre su ángel guardián esta basado en estos hechos ya que esta probado que cada ser viene acompañado por seres espirituales desde su nacimiento hasta su muerte. Cada hombre tiene tales guías, lo creáis o no, y el que seáis judío, católico o no tengáis religión no tiene ninguna importancia pues este amor es incondicional y es por eso que cada hombre recibe el regalo de un guía.”

“Después de realizar en esta segunda etapa la integridad del cuerpo y después de haber reencontrado a aquellos a los que mas se ama, se toma conciencia de que la muerte no es más que un pasaje hacia otra forma de vida. Se han abandonado las formas físicas terrenales porque ya no se las necesita.”

“Después, cuando habéis realizado este pasaje, una luz brilla al final. Y esa luz es más blanca, es de una claridad absoluta, y a medida que os aproximáis a esta luz, os sentís llenos del amor más grande, indescriptible e incondicional que os podáis imaginar. No hay palabras para describirlo.”

“Cuando alguien tiene una experiencia del umbral de la muerte, puede mirar esta luz solo muy brevemente.”

“Frente a esta luz, os dais cuenta por primera vez de lo que el hombre hubiera podido ser. Vivís la comprensión sin juicio, vivís un amor incondicional, indescriptible. Y en esta presencia, que muchos llaman Cristo o Dios, Amor o Luz, os dais cuenta de que toda vuestra vida aquí abajo no es más que una escuela en la que debéis aprender ciertas cosas y pasar ciertos exámenes. Cuando habéis terminado el programa y lo habéis aprobado, entonces podéis entrar.”

“Muchos preguntan: "¿Por que niños tan buenos deben morir?". La respuesta es sencillamente que esos niños han aprendido en poco tiempo lo que debían aprender. Y según las personas se tratara de cosas diferentes, pero hay algo que cada uno debe aprender antes de poder volver al lugar de donde vino, y es el amor incondicional. Cuando lo aprendáis y lo practiquéis, habréis aprobado más importante de los exámenes. En esta Luz, en presencia de Dios, de Cristo, o cualquiera que sea el nombre con que se le denomine, debéis mirar toda vuestra vida terrestre desde el primero al último día de la muerte.”

“Dios es el amor incondicional. Después de esta "revisión" de vuestra vida, no será a Él a quien vosotros haréis responsable de vuestro destino. Os daréis cuenta de que erais vosotros mismos vuestros peores enemigos, puesto que ahora debéis de reprocharos el haber dejado pasar tantas ocasiones para crecer.”

“Hemos sido creados para una vida sencilla, bella, maravillosa. Y quiero destacar que no solo en América hay niños apaleados, maltratados y abandonados sino también en la bella Suiza. Mi mayor deseo es que veáis la vida de una forma diferente.”

“Si considerarais la vida desde el punto de vista de la manera en que hemos sido creados vosotros no plantearíais mas la cuestión de saber que vidas se tendría el derecho de prolongar. Nadie preguntaría más si es necesario administrar o no un cocktail de litio para abreviar el sufrimiento. Morir no debe significar nunca padecer el dolor. En la actualidad la medicina cuenta con medios adecuados para impedir el sufrimiento de los enfermos moribundos Si ellos no sufren, si están instalados cómodamente, si son cuidados con cariño y si se tiene el coraje de llevarlos a sus casas -a todos, en la medida de lo posible-, entonces nadie protestará frente a la muerte.”

“Querría subrayar que a menudo el hecho de tener un cáncer es una bendición. No voy a minimizar los males del cáncer, pero quisiera señalar que hay cosas mil veces peores.”

“Mi deseo es que demostréis a los seres un poco mas de amor. Meditad sobre el hecho de que a las personas a las que cada año ofrecéis el mejor regalo de Navidad son a menudo aquellas a las que mas teméis o por las que tenéis sentimientos negativos.”

“Hay veinte millones de niños que mueren de hambre. Adoptad uno de esos niños y haced regalos más pequeños.”

“Para terminar quisiera aseguraros que estar sentado junto a la cabecera de la cama de los moribundos es un regalo, y que el morir no es necesariamente un asunto triste y terrible. Por el contrario, se pueden vivir cosas maravillosas y encontrar muchísima ternura. Si transmitís a vuestros hijos y a vuestros nietos, así como a los vecinos, lo que habéis aprendido de los moribundos, este mundo será pronto un nuevo paraíso.”

12 comentarios:

  1. La muerte es el transito más maravilloso, la hemos pasado en centenares de vidas, es algo cotidiano.
    La muerte ha de empezar a ser vista de color blanco o amarillo suave y brillante, para dar entrada a toda fusión.



    Gracias.
    Un abrazo.

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  2. Me parece muy bien todo lo que dice esa señora, pero dentro de 100 años quizás nadie se acuerde de ella. Sin embargo, lo que dijo JESÚSCRISTO, y su Resurrección permanece vivo: YO y mi PADRE (de que habla esa Señora) somos uno, y... muchas más cosas.

    Conocer a JESÚS y experimentarlo vivo caminando contigo es la mayor dicha que podamos tener, y esperanza, porque entonces nuestra muerte será la plenitud de nuestra vida.

    Un fuerte abrazo en XTO.JESÚS.

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  3. Olga i Carles: estoy totalmente de acuerdo con vosotros. La muerte se ha visto siempre como algo doloroso y desgarrador, pero eso es porque el ser humano vivía en la ignorancia. Como bien decís, es un tránsito maravilloso por el que(¿quién sabe?) a lo mejor hemos pasado muchas veces.
    Un abrazo.

    Salvador: se habla de Teresa de Ávila siglos después de su fallecimiento: ¿no se debería hablar de la Dr. Ross dentro de cien años?
    Dijo Cristo: "Quien no está conmigo, está contra mí."
    Un saludo.

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  4. La encantadora Alimontero, autora de los blogs “PUNTO APARTE” y “EL ARTE DE VIVIR PARA BIEN MORIR” me ha mandado este comentario a través del e.mail después de varios intentos por publicarlo en esta entada.
    Lo publico en su nombre con toda mi admiración hacia ella:

    Querida Rosa, ha sido un verdadero regalo encontrarte....la vida nos regala estas "causalidades" cuando tienen que ser...;-)
    Veo a mi hermana-abrazos, como seguidora tuya, Gizela Rudek…qué mejor aval! Jajajaaj!
    Leyendo maravillada esta hermosa entrada me vino el recuerdo de cuando empecé con esto de trabajar con los enfermos moribundos…actualmente estoy con enfermos oncológicos hospitalizados y tbm con ambulatorios trabajando con estos cuidados paliativos que mencionas y también encontrándole un sentido a sus vida en este difícil trance porque como consteladora familiar una enfermedad grave puede ser algo sistémico pendiente… aquí nos salimos de lo lineal ;-)
    Bueno, desde hace algunos años recibí una invitación: "Cuando nace un bebé, está todo el equipo médico junto a la madre y el padre, si es que está presente, gineco-obstetra, matrona, enfermeras, neonatólogo, anestesistas, en fin!...pues acontece que cuando una persona fallece, también se necesita de un equipo humano que lo acompañen hasta su último aliento....y generalmente no es la familia..." y yo acepté esta invitación con un SI de este porte…,-) lo cual me llena de alegría...
    Sé que a las personas las sorprende, incluso te miran raro, jajajaja! y es que creo que la vida, Dios y el Universo te han regalado esos dones, esas habilidades que a otros les es difícil, por no decir imposible...

    Por lo tanto, como ya sabrás soy seguidora de Elizabeth Kubler-Ross, incluso participé de un curso con Patricia Elizabeth, discípula de la anterior, sólo que en este caso aprendí a trabajar con la persona fallecida, durante 49 días… con el Libro Contemporáneo de los Muertos, una mirada budista que me fascinó…. También he hecho este trabajo…;-)

    Ojalá te llegue este largo comentario,,,, he hecho tantos intentos…

    Besos
    Ali

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  5. Estimada Alicia:

    “El Libro Tibetano de los Muertos” está basado en creencias tibetano-budistas, no en experiencias reales de personas que han estado en el umbral de la muerte, normalmente en coma clínico, y han vuelto a la vida y han podido dar testimonio de lo vivido.

    En este sentido siempre recomiendo el excelente libro LA MUERTE, UN AMANECER de Elisabeth Kübler-Ross. Habla con naturalidad y en profundidad sobre este tema.

    Por otro lado quisiera comentarte lo que sé sobre lo que acontece tras la muerte (lo que vamos a vivir todos), enseñanzas que he aprendido de mi Maestro:

    -Cuando morimos físicamente y nuestro espíritu pasa el famoso túnel camino hacia la luz, al otro lado no nos esperan deidades ni nada que trata de engañarnos ni tentarnos (como creen los tibetanos). Quien enseña esto no conoce a Dios, al menos no "esencialmente". En primer lugar sólo existe un Dios, y a través de la luz de Dios (“el resplandor de la realidad pura”) se llega a un lugar donde somos bien acogidos por otros espíritus conocedores del camino que nos acompañan a otro lugar determinado.

    Una vez allí, “nosotros” (nuestro espíritu), descansa un tiempo (en el mundo espiritual no existe el tiempo, pero para precisar digamos que puede tratarse de 4 días terrenales) hasta que “despierta” y otros espíritus le dan la “enhorabuena” (signo de que no tiene que reencarnar más) o le animan diciendo con humildad: “la próxima vez lo harás bien” (señal de que tiene que coger un nuevo cuerpo y volver a la Tierra).

    -Normalmente el ser humano suele reencarnar unas tres veces para superar “correctamente” todas las “pruebas” que son necesarias para purificarse. Está claro, que hay espíritus que deben reencarnar más veces para conseguir una elevación espiritual aceptable.

    -Otra cosa que quisiera comentar es que la reencarnación SÍ existe, cierto, pero no como la enseñan las escuelas orientales. El espíritu sólo encarna en el cuerpo de un ser humano recién nacido, NUNCA en una cosa o en un animal. La razón es sencilla: el espíritu sólo encarna en aquello que evoluciona, puesto que él es quien nos da la inteligencia. Un animal o una piedra, por ejemplo, no siguen una evolución. En el caso del animal, sabemos que éste posee instintos, pero nunca inteligencia.

    -Jesús de Nazaret hablaba sobre lo que hoy conocemos como “ley del Karma” a través de los conceptos “cielo” e “infierno”. Está claro que el cielo y el infierno viene a enseñarnos que recogeremos lo que sembremos. Si nos hemos pasado la vida sembrando discordia (“infierno”) volveremos a reencarnar y sufriremos lo que hayamos hecho sufrir a otros. Y con el “cielo”, lo positivo, pasa lo mismo.
    Jesús se apoyaba en las creencias de los judíos de entonces para enseñar la Verdad, por eso les hablaba en parábolas, en términos que conocían, y echando mano a sus creencias.

    Bueno, Alicia, seguimos conversando... es todo un placer para mí.
    Un abrazo y hasta pronto.

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  6. Interesante tema, donde los haya, amiga.
    Durante las últimas décadas, un fenómeno se ha convertido en el centro de las discusión acerca de la supervivencia después de la muerte. Las experiencias cercanas a la muerte o ECM parecen proveer evidencia de la supervivencia en conjunto con las comunicaciones mediúmnicas y otros fenómenos relacionados, como es el caso de las apariciones de personas fallecidas.
    El interés en este tema por el público en general y la comunidad científica, así como por parte de la religión, comenzó con la publicación del libro Life after Life (Vida después de la Vida) de Raymod Moody, un psiquiatra nortamericano, en 1975, quien se vio impulsado a estudiar estas experiencias luego de escuchar la vivencia del Dr. George Ritchie durante la guerra, a quien dedicó su libro. A partir de esto, cada vez más investigadores serios han buscado explicaciones al fenómeno, publicándose variados estudios en revistas especializadas.
    Hasta el momento muchos pacientes han sufrido la llamada "muerte clínica" y tras ser declarados fallecidos por los médicos han regresado a la vida a los escasos diez, quince o más minutos. Según los estudios, las experiencias cercanas a la muerte tienen características similares, independientemente de la formación cultural, intelectual o económica de los pacientes y son independientes de la edad.
    Hasta incluso los niños, que no están todavía condicionados por ninguna idea concreta, y han sufrido una ECM, relatan los mismos hechos.
    A lo largo de una experiencia cercana a la muerte se producen varias fases. La inmensa mayoría de los que han pasado por este trance describen de manera similar algunos de los pasos siguientes:

    1.- Flotan sobre su cuerpo físico, observando todo el acontecimiento y perciben que poseen otro cuerpo. Suelen presenciar su cuerpo inerte en la cama o quirófano. Escuchan y ven cómo se les declara fallecidos.
    2. Se van elevando y atraviesan por un oscuro túnel. A veces es un movimiento por una escalera o un vacío oscuro, el cual se traviesa con relativa rapidez y muchas veces con la sensación de estar flotando.
    3. Aparece una figura hacia el final del túnel; es hermosa, blanca o transparente, tiene una cualidad intensamente amorosa. Algunas veces hay paisajes, voces o música.
    4. El testigo se torna espectador, no siente dolor ni molestias, así que se siente distante de su cuerpo físico. Experimentan una sensación de paz interior.
    5. Parece ser que los padres, y amigos difuntos son quienes vienen a su encuentro. Se encuentran con familiares o amigos anteriormente fallecidos, experimentando inmensa alegría. Todos hablan de las tareas que desarrollan en el mundo espiritual, de la necesidad de continuar estudiando, evolucionando, trabajando, y de que los lazos familiares no se rompen, más bien al contrario, se fortalecen.
    6. Puede ser una presencia o una voz que se identifica según las creencias religiosas de cada uno: Jesús, un ángel, Buda. En este momento se establece un diálogo sin palabras con este ser que parece conocer todo del moribundo. Ese ser divino les muestra los errores y aciertos de la existencia corporal.
    7. Se presenta una revisión global pero integral de lo vivido. Asiste a la película de su existencia como espectador.
    8. Finalmente, el sujeto, se ve delante de un obstáculo, un muro, una pared o una puerta, y toma conciencia brusca de que su hora todavía no ha llegado. Aunque suelen encontrarse con una paz y tranquilidad indescriptibles, comienzan a sentir que deben volver. Así también se lo indican sus acompañantes, recordándoles que todavía tienen asuntos pendientes por resolver en la vida y que deben regresar para cumplir con su tarea. La vuelta es normalmente desagradable. Los testigos pueden volver a la tierra por decisión propia o por ayuda de terceros y cuando regresan, muchos de ellos se sienten ligados a una misión urgente que deben realizar en la tierra. Otros experimentan efectos secundarios que cambian su perspectiva de la vida.

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  7. (Sigue del comentario anterior)

    No todas estas fases se presentan en todas las ECM, más bien son categorías generales que permiten definirla dentro de algunos parámetros, ya que la mayoría de quienes las han vivido tienen dificultad para dar una descripción.

    A pesar de la vana insistencia de quienes se llaman a sí mismos "escépticos" y de la negativa de parte del estamento médico, ninguna explicación fisiológica, psicológica, neurológica o farmacológica puede aclarar la totalidad del desarrollo de los casos.

    Volveré, Rosa. Un fuerte abrazo.

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  8. Estimado Pilareño:
    Tomo nota del libro que me indicas. Todos los testimonios recogidos para la elaboración de ese libro son verídicos. Quienes experimentaron esas ECM dijeron la verdad y estuvieron verdaderamente fuera del cuerpo.
    Es la ciencia trás el misterio de la muerte. Cuento con el testimonio de un familiar que pasó por una experiencia de este tipo. Es sorprendente.

    Un cordial saludo.

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  9. ALIMONTERO me manda este comentario a mi e.mail. Por su extensión lo voy a dividir en dos comentarios:

    Hola Rosa, cada cultura o tradición religiosa tiene sus propias creencias acerca de la muerte. El libro tibetano de los muertos es una version oriental que toma las creencias del budismo tibetano (basadas en el renacimiento) acerca de lo que acontece en el morir.

    Este texto que hice hace algun tiempo lo resume mejor :
    La vida y la muerte
    Somos viajeros. Nuestro propósito original, el cual hemos olvidado hace mucho tiempo, es mantener un hilo de consciencia ininterrumpido, por todo nuestro viaje a través de la existencia en el universo. En una parte del viaje estamos ligados a un cuerpo físico, a una máquina biológica humana (llamamos a esta parte “una vida”), luego, sin un cuerpo físico que nos sirva de referencia, continuamos nuestro viaje en otras dimensiones conocidas como “estado entre vidas” o “bardo”.
    El nacimiento y la muerte no son más que postas donde se cambia de vehículo, donde se dejan atrás los vehículos viejos, donde se abandonan los caballos cansados y se cambian por caballos frescos. Sin embargo, durante nuestra vida somos arrastrados por las atracciones y distracciones que encontramos, perdiendo la consciencia de quienes somos realmente. Entonces, nacemos y morimos en estado de inconsciencia, y la persona cuyo nacimiento y cuya muerte se producen en este estado de inconsciencia no puede vivir una vida consciente.Realiza su vida en un estado de semiconsciencia....de sueño.

    (Sigue en el siguiente comentario)

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  10. El proceso de la muerte

    El momento de la muerte, también llamado “transición”, conlleva un fuerte estrés: el cuerpo físico, la mente y las emociones orgánicas son dejados atrás descubriendo a la esencia pura, al alma, al yo esencial, al viajero capaz de sobrevivir fuera del espacio y tiempo. Al momento del “términus”, (momento en el que abandona el cuerpo físico), el viajero tiene la máxima energía, así que da un “bote” hacia arriba, hacia la “Luz Clara”, hacia Dios. Este estado es de suma importancia y puede ser aprovechado por el viajero para liberarse de las tendencia y hábitos adquiridos durante la vida orgánica, lo cual dependerá del grado de intensidad y concentración de la atención y presencia de su ser durante la experiencia de la Luz Clara. Según la cantidad de energía liberada al abandonar el cuerpo físico, el viajero es capaz de permanecer en la Luz Clara por períodos mayores o menores. Luego, el nivel de energía desciende o se agota y caerá en cierto nivel de sueño, atravesando por una serie de visiones y experiencias hasta renacer en un nuevo cuerpo físico.
    El guiamiento a través del bardo
    La atención del ser puede ser guiada durante el proceso del morir y en el estado entre vidas, por un lector entrenado en leer en voz alta las instrucciones contenidas en “El Libro Contemporáneo de los Muertos”, (version occidental del Libro Tibetano de los Muertos) requeridas para guiar al ser a través de los estados o cámaras por los que atravesará en su viaje a través del bardo. La entrega de las instrucciones del “lector” al “viajero” requiere de un ambiente de tranquilidad en el que la participación de los presentes brinde el entorno adecuado para que la atención del ser esté receptiva para esta tarea.

    Podemos prepararnos para la muerte?
    Es un hecho innegable que algún día tenemos que morir. Tarde o temprano tenemos que enfrentarnos a esta realidad. Entonces, hay que prepararse para ello. Aquí y ahora.

    El entrenamiento en el bello arte de morir radica en descubrir nuestra esencia, nuestro yo esencial y desarrollarlo durante la vida. El estado normal de las cosas es que la personalidad de la máquina biológica dirige nuestra vida y abruma a la esencia. Así que tenemos una esencia no-desarrollada y ésta es nuestra situación actual. Este es nuestro punto de partida.
    Entonces, tienes esta vida, o lo que te queda de ella para prepararte para el momento más importante: el momento de tu muerte física, el momento en que tu yo esencial se libera y debes permanecer más atento y presente, más consciente que nunca. Si te entrenas en esta vida para tener atención y presencia, tienes mayor posibilidad de ser guiado con éxito a través del estado entre vidas, al escuchar las instrucciones para el viaje.

    Un abrazo,

    Ali

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  11. Estimada Alicia:
    No creas que es de mi agrado contradecirte. Todas las opiniones son respetables, pero eso no quiere decir que todas sean válidas o verdaderas. La finalidad de toda “investigación” es hallar la verdad, porque, en definitiva, es nuestro deseo común, ¿verdad?
    Con toda humildad quisiera comentarte:
    En el mundo espiritual no es necesaria ninguna clase de intervención humana. Cuando un espíritu sale del cuerpo en “condiciones normales” (me refiero a que no se trate de una muerte fortuita como en el caso de la eutanasia, asesinato o suicidio), unos espíritus conocedores del “camino” salen al encuentro y acompañan al espíritu del fallecido muy afectuosamente al destino. Al llegar es acogido y descansa un tiempo. Al “despertar” se le comunica si debe volver a reencarnar, o si su elevación espiritual es tal que ya no es necesario volver a reencarnar en la Tierra.
    Las religiones están equivocadas y han creado una confusión y un miedo que repercute en la humanidad. Dios es, en esencia, amor. Por lo tanto, la muerte no es una experiencia traumática ni Dios se desentiende de aquellos espíritus que, vencido su tiempo en la tierra, deben volver a “casa”. ¿Qué sería, entonces, de las miles de almas que, desde que el mundo es mundo, han salido de los cuerpos sin ningún humano que los guíe? Dios sabe cuándo debe volver cada hijo suyo y siempre envía a quienes lo acogen y acompañan de vuelta.
    Sólo en aquellos casos donde la “salida del cuerpo” es a “destiempo” (asesinato, suicidio, eutanasia) el espíritu puede perderse en una gran oscuridad sin rumbo fijo. La vida sólo le pertenece a Dios y hay que vivirla hasta el último instante, aunque sea con una enfermedad terminal.
    Otra cosa importante de señalar es que a los espíritus de los fallecidos no hay que ponerles velas ni ninguna clase de luz porque no las necesitan. La luz de Dios (“el resplandor de la realidad pura”, según los tibetanos) siempre nos alumbra, nos indica y nos acompaña de vuelta a “Casa”.
    Un abrazo cariñoso y hasta pronto.

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  12. Aquí os dejo las sabias palabras que Alicia Montero me ha hecho llegar a través del e.mail... Palabras que hablan de su madurez y sensatez. ¡Gracias, amiga!

    "Todo lo que me dices lo acepto e integro como aprendizaje. No me cierro a nada, por el contrario, me abro a todo aquéllo que proviene de otra experiencia y resuena en mi corazón!
    Un gran abrazo para tí,

    Ali "

    ;-)

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