sábado, 11 de abril de 2009

LA INQUIETUD DE LAS PALABRAS PROHIBIDAS

Buscando un nombre que designe mi blog, viene a mi recuerdo el título del libro que nunca escribí, y no lo dudo: me quedo con la inquietud de las palabras prohibidas. Con la inquietud de ir siempre a la búsqueda, la inquietud del que investiga, la inquietud del espíritu que no se conforma con vivir de lo que otros inventan o barruntan...
Las palabras son prohibidas porque a veces ven oscurecido su prestigio por el temible veto de la censura, pero la libertad recobra su verdadera forma a través de estas palabras que, sin embargo, incomodan a unos mientras a otros reconfortan. Porque no tiene el mismo significado la nieve para el esquiador como para el aldeano aislado, ni el mar es para el turista como para el afanado pescador…
¡Qué quisieran las palabras, sino dejar de ser prohibidas!.. ¡Qué quisiera la inquietud, sino derivar en afable placidez!.. ¡Qué quisiera esta servidora vuestra sino entretener a todo aquel que se acerque a esta pobre fuente de palabras!..
Para ti he hecho este blog, para transformar tu inquietud en quietud, y las palabras prohibidas… en aquellas limpias y libres como las que soñaron tantos narradores y poetas.
Estaré ausente hasta el día 19 de Abril, día en el que regresaré, D. M., con la ilusión de aportar nuevas ideas, nuevas inquietudes y palabras prohibidas.
Un fuerte abrazo hasta entonces.

2 comentarios:

  1. Hola, Rosa.
    Me ha encantado tu espacio y tus palabras... sin duda atrapan, al igual que tus denuncias y reflexiones. Ojalá todas las personas contasemos con la mitad de tu sensibilidad.

    Otro gallo cantaría!!!

    Un fuerte abrazo, amiga

    ResponderEliminar
  2. Como ves, he llegado hasta aqui, amiga Rosa.

    Me gusta tu blog, y mucho.

    Y en cuanto al post de hoy comparto plenamente lo que dices, y el por que lo dices.

    Un enorme abrazo y hasta pronto...!

    ResponderEliminar