-Oye, dime una cosa… -dijo acercándose hacia mí evitando por todos los medios levantar la voz.
-¿Qué quieres, papá?
Titubeó unos segundos. Finalmente, expuso, serio:
-Eso de la reencarnación…
-¿Qué?
-¿Tú crees que yo…?
-¿Qué?
-… que si tendré que…
-¿Reencarnar?
-¡Sí!
-No sé, papá… ¿Has sido “bueno”?
-¡Hombre, no he matado a nadie!
-No, papá. No me refiero a eso y tú lo sabes…
-¿Qué es para ti ser “malo”?..
-¿Has amado a todas las personas que has conocido?
-No, ¿por qué iba a hacerlo?
-Todos somos hermanos.
-Sí, pero…
-¿Amas a todas las personas que conoces?
-No.
-¿Y has perdonado a todo aquel que te ha ofendido?
-Uhhmm… Puede que no siempre.
-Pues…
-¡Pero he trabajado mucho!
-Ya, papá, pero no es así…
-¡Y he criado cinco hijos!
-Sí, sí, papá, pero las cosas del espíritu…
-De muy joven quedé huérfano de madre… ¡Y pasé hambre durante muchos años!
-Sí, papá, pero no debes mezclar las cosas materiales con las espirituales. Lo que has sufrido materialmente ha hecho fuerte a tu espíritu, pero no olvides que se tratan de circunstancias que no dependían de ti. Sin embargo, amar y perdonar sí está en tus posibilidades.
-… Un vez le di una manta a un pobre, y al día siguiente, cuando pasé por el mismo lugar, descubrí que el muy desagradecido la había dejado allí mismo…
-Debes dar gracias porque a ti no te hacía falta, papá. Las personas lamentamos lo que no tenemos en vez de dar gracias por lo que tenemos…
-Es verdad, y luego pagan justos por pecadores…
-Pues sí, papá. Y hace que prejuzguemos a otras personas.
-Entonces… ¿volveré o no?
-No lo sé, papá. Lo único que te puedo decir es que nunca es tarde. Empecemos hoy desde cero.
-¿Y tú? ¿Reencarnarás?
-Por supuesto, papá.
-¿Cómo?.. ¿No has amado a todas las personas que has conocido?
-Lo he intentado, papá.
-¿Y amas a todas las personas que conoces?
-Me esfuerzo por ello cada día.
-¿Y has perdonado a todo aquel que te ha ofendido?
-Creo que sí. Aunque, ahora que dices, no lo sé… Si recuerdas la ofensa: ¿has perdonado al que te ofendió?
-Yo creo que sí; sólo te queda el recuerdo, ¿no?
-Pues será que sí…
-Oye, y dime una cosa.
-¿Qué, papá?
-¿Y no es probable que ya haya estado aquí en otra vida anterior?
-Eso mismo me he estado preguntando yo todos estos años, papá: si no te tratarás de la reencarnación del Barón Rojo.
-¡Pero, hija: eso es lo más bonito que me han dicho en mi vida!
-Ay, papá… ¡Tú y tu pasión por la aviación!
-¿Qué quieres, papá?
Titubeó unos segundos. Finalmente, expuso, serio:
-Eso de la reencarnación…
-¿Qué?
-¿Tú crees que yo…?
-¿Qué?
-… que si tendré que…
-¿Reencarnar?
-¡Sí!
-No sé, papá… ¿Has sido “bueno”?
-¡Hombre, no he matado a nadie!
-No, papá. No me refiero a eso y tú lo sabes…
-¿Qué es para ti ser “malo”?..
-¿Has amado a todas las personas que has conocido?
-No, ¿por qué iba a hacerlo?
-Todos somos hermanos.
-Sí, pero…
-¿Amas a todas las personas que conoces?
-No.
-¿Y has perdonado a todo aquel que te ha ofendido?
-Uhhmm… Puede que no siempre.
-Pues…
-¡Pero he trabajado mucho!
-Ya, papá, pero no es así…
-¡Y he criado cinco hijos!
-Sí, sí, papá, pero las cosas del espíritu…
-De muy joven quedé huérfano de madre… ¡Y pasé hambre durante muchos años!
-Sí, papá, pero no debes mezclar las cosas materiales con las espirituales. Lo que has sufrido materialmente ha hecho fuerte a tu espíritu, pero no olvides que se tratan de circunstancias que no dependían de ti. Sin embargo, amar y perdonar sí está en tus posibilidades.
-… Un vez le di una manta a un pobre, y al día siguiente, cuando pasé por el mismo lugar, descubrí que el muy desagradecido la había dejado allí mismo…
-Debes dar gracias porque a ti no te hacía falta, papá. Las personas lamentamos lo que no tenemos en vez de dar gracias por lo que tenemos…
-Es verdad, y luego pagan justos por pecadores…
-Pues sí, papá. Y hace que prejuzguemos a otras personas.
-Entonces… ¿volveré o no?
-No lo sé, papá. Lo único que te puedo decir es que nunca es tarde. Empecemos hoy desde cero.
-¿Y tú? ¿Reencarnarás?
-Por supuesto, papá.
-¿Cómo?.. ¿No has amado a todas las personas que has conocido?
-Lo he intentado, papá.
-¿Y amas a todas las personas que conoces?
-Me esfuerzo por ello cada día.
-¿Y has perdonado a todo aquel que te ha ofendido?
-Creo que sí. Aunque, ahora que dices, no lo sé… Si recuerdas la ofensa: ¿has perdonado al que te ofendió?
-Yo creo que sí; sólo te queda el recuerdo, ¿no?
-Pues será que sí…
-Oye, y dime una cosa.
-¿Qué, papá?
-¿Y no es probable que ya haya estado aquí en otra vida anterior?
-Eso mismo me he estado preguntando yo todos estos años, papá: si no te tratarás de la reencarnación del Barón Rojo.
-¡Pero, hija: eso es lo más bonito que me han dicho en mi vida!
-Ay, papá… ¡Tú y tu pasión por la aviación!
Amar a todos los seres que conoces en una vida, te traerá mas de un quebradero de cabeza.
ResponderEliminar"Amar no es solamente querer, es sobre todo comprender"
ResponderEliminar(Françoise Sagan)
Este post es para pensar y para meditar.
ResponderEliminarMe gusta muchisimo.
Un abrazo...!
Así no.
ResponderEliminarAntes que amar a todos los seres que conoces en la vida creo que hay que empezar por respetar... y creo que a todos nos iría mejor. Es verdad que luego hay gente a la que es muy difícil amar...
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