¡VA POR USTEDES!

ARMA DE DOBLE FILO:

Hoy quería hablaros de cosas distintas pero relacionadas entre sí. Ojo con internet porque este mundillo está lleno de sorpresas. No quiero decir que el medio sea malo, el medio es malo o bueno según las manos de quien lo utiliza. Imaginaros un cuchillo -como me decía una amiga-, de la persona depende el uso que se le dé.
Y esto lo digo porque una de las cosas que me incomoda de internet es la cantidad de gente que se esconde tras una identidad falsa o pseudónimo para poder criticar cómodamente, en el perfecto anonimato, sentadit@ en su escritorio y con la mayor impunidad, el trabajo y el esfuerzo de una persona cabal que sólo pretende COMPARTIR sus reflexiones e inquietudes con otras personas que ni siquiera conoce.

SERIEDAD Y TRANSPARENCIA:

También quería hablar de aquellos proyectos que viajan por la red y que se presentan con muy buenas intenciones. Yo pediría precaución al respecto, pues si te implicas en el proyecto que sea, única y exclusivamente por solidaridad, y luego te desilusionas porque descubres que el sentido de propiedad es una barrera que impide COMPARTIR el proyecto con otros, puede producir en uno mismo el efecto contrario al deseado. Según a qué personas estas vicisitudes les llevan a abandonar su espíritu de lucha por la solidaridad. Y esto no debe ocurrir jamás.

CON CUERPO, ALMA Y CORAZÓN:

También quiero hablar de aquellas personas que vas conociendo y por las que sí merece la pena estar aquí. Personas tolerantes, respetuosas y coherentes que, gracias a Dios (porque yo soy creyente) las hay y las encuentras en el momento oportuno; sobre todo, cuando las necesitas. Y es que no hay nada como una palabra de apoyo en el momento adecuado. ¡Hay tantos caminos para hacer el bien! Con seguridad que si elaboráramos una lista con las cosas buenas que podemos hacer, y cuya realización sí está a nuestro alcance en este mismo momento, nos sorprenderíamos por la cantidad de oportunidades que se nos brindan cada día.

PERSECUCIÓN DE IDEAS Y CREENCIAS

Algunas personas que se autodenominan “libre pensadores” incurren en un error mayúsculo desde el primer momento en que “atacan” a otras ideologías o creencias por identificarlas diferentes a la suya. Todo el mundo tiene derecho a expresar su opinión respecto a otro asunto, pero, eso sí, sin ir “en contra”. Por favor, que impere el sentido común. Esa libertad de la que se hace gala debe suponer un respeto hacia otros que piensan diferente. Porque si exigimos respeto, debemos respetar primero.
POR EJEMPLO: Comprendo que haya personas que no se identifiquen con ninguna religión, y es una decisión personal tan respetable como otra cualquiera; pero, tengamos delicadeza con nuestras objeciones, porque desde el momento en que se falta al respeto y se ataca a un colectivo o idea religiosa nos estamos colgando la etiqueta de “anti”, en este caso anti-religiosos. Y esta postura no consolida con ser libre pensador.
Seamos humildes y reconozcamos que tanto misioneros cristianos, como personas de otras creencias, como personas sin credo, son los que actualmente están dando el callo en países en desarrollo. Por lo tanto, desde mi blog no permitiré que nadie, desde la comodidad de su escritorio o desde la ignorancia en cualquier lugar, tire por tierra la loable labor de estos SERES HUMANOS, que dan lo mejor de sí mismos, bajo ningún concepto.

PERDÓN POR LA TRISTEZA (Como diría Joaquín Sabina)

A través de mi blog iréis conociéndome cada día un poquito más; sólo quiero trasmitiros lo mejor que tengo y que no es mío, es lo que he aprendido de tantos otros. Eso sí, permitidme un consejo y recordad una cosa, cuando sepáis que una persona es enjuiciada procurad no dejaros llevar, ni por el afecto ni por el rencor: escuchad las dos versiones. “Porque juez de buenas artes es quien escucha a las dos partes”-decía mi abuela. Y os aseguro que ella me hablaba con todo el cariño, desde la experiencia y de corazón. Todos los consejos que he recogido en esta entrada son fruto de mi experiencia personal desde que hace un año me metí en el mundo de internet. Por lo tanto, al contrario de lo que pueda parecer, no van dirigidos a ninguna persona en concreto.