SOÑADORES, HECHICEROS Y CHAMANES

Queridos amigos:

Herida me encuentro. Aunque descuidad, es una herida leve, que no sangra. Es un golpe certero cuyo dolor poco a poco se atenúa gracias a la fuerza de mis convicciones personales, mi profunda fe en Dios y mi leal afecto hacia vosotros.
En muchas ocasiones me he sentido incomprendida, ultrajada, de mil formas y por mil motivos diferentes sin comprender los motivos ni la razón. O a lo mejor sí, tal vez haya sido por tener libertad, una voz propia y un pensamiento libre en la mayoría de los casos. O por tratar de acercarme a las personas sin detenerme ni juzgarlas por su color, raza, religión, edad o condición social.
Sí, también han sido algunas las críticas y las ofensas hacia mi persona, pero nunca nada comparado con la que he tenido que soportar hoy al enterarme de que han llamado a algunos de mis amigos “soñadores, hechiceros y chamanes”, por supuesto, de forma despectiva.

Y YO AÑADO:
“Soñadores, hechiceros y chamanes” con valentía y coraje para luchar contra las adversidades.

“Soñadores, hechiceros y chamanes” de corazón sencillo y sincero.

“Soñadores, hechiceros y chamanes” con la sensibilidad necesaria para nunca hacer daño.

“Soñadores, hechiceros y chamanes” respetuosos con la religión, creencias y pensamientos de otros.

“Soñadores, hechiceros y chamanes” amables en sus comentarios y comedidos en sus argumentos.

“Soñadores, hechiceros y chamanes” profundamente humanos, sensibles ante el sufrimiento.

“Soñadores, hechiceros y chamanes” generosos cuando se trata de repartir cualquier cosa.

“Soñadores, hechiceros y chamanes” compasivos y solidarios hasta el punto de movilizar cielos y tierra por una buena causa.

“Soñadores, hechiceros y chamanes” fértiles en palabras, creatividad e innovación.

“Soñadores, hechiceros y chamanes” amigos de todos y en paz consigo mismos.

“Soñadores, hechiceros y chamanes” cuyo cariño y apoyo pueden levantar torres caídas.

Y lo más importante, “Soñadores, hechiceros y chamanes” que saben amar, olvidar y perdonar ofensas.

Nunca estas tres palabras habían tenido tanto significado como el que tienen para mí de hoy en adelante.